Las renovables deben ampliar a corto plazo su presencia en el modelo de generación de energía español. Todos los organismos sociales, privados e institucionales coinciden. No hay discusión. El futuro de la energía pasa por ser más sostenible, por dejar atrás el petróleo y el carbón, por reducir el consumo de gas natural y por apostar por la eólica, la solar o el hidrógeno verde principalmente. Entonces, ¿hay debate? Lo cierto es que sí, y mucho.

Miramos al Cabo de Gata. Una de las joyas naturales de la península. Largas extensiones de playas, aguas cristalinas, una fuerte apuesta por el ecoturismo y esa alma salvaje que han logrado salvar de intentos pasados de explotación masiva.

Ahora el miedo vuelve a estar presente. No quieren otro Algarrobico. La posible amenaza ya no es de ladrillo ni está en tierra firme. Se ha trasladado al mar. Lo han bautizado como Mar de Ágata. Un proyecto eólico marítimo que instalaría 20 aerogeneradores frente al litoral del parque natural Cabo de Gata-Níjar, a 6,5 kilómetros de la Playa de Los Muertos, a más de 15 kilómetros de los principales miradores del Cabo de Gata (La Amatista y La Isleta del Moro), y a casi 12 kilómetros de Las Negras. Tendría una capacidad de generación de 300 MW y la inversión prevista sería de unos 1.000 millones de euros. Una cifra mucho menor a otros proyectos de este tipo ya que se aprovecharían las instalaciones de la antigua térmica de Endesa, en Carboneras.

Muchas son las voces que ya han expresado su rechazo a este proyecto. 'Energías renovables sí, pero no así' es el lema con el que la Plataforma Stop Parque Eólico Mar de Ágata aglutina el malestar local. Cerca de 14.000 firmas se han sumado a la negativa en Change.org. Con este apoyo van a intentar que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico emita una declaración de impacto ambiental desfavorable sobre el proyecto.

Pilar Carranza, portavoz de la plataforma, explica en conversación con laSexta que cree que esto es la punta del iceberg. "Estamos seguros de que es una primera fase que se puede ampliar", denuncia. "En otoño nos enteramos de que se había presentado un proyecto. Es un proyecto de energía eólica marina con plataformas flotantes", describe.

Se trata de una nueva tecnología poco explotada en nuestro país, ya que hasta ahora la eólica marina española se había fijado sobre pilares al fondo marino. Algo que a las profundidades de la zona en que se planifica este nuevo parque eólico(más de 50 metros de calado) no es posible.

Carranza explica que económicamente entiende que "les resulta mucho más atractivo porque aprovechan las instalaciones existentes en tierra" aunque "el impacto en el paisaje, en las aves, en la fauna marina y en el turismo es tremendo".

Esas son precisamente las críticas en las que coinciden los detractores del proyecto.

El impacto en el paisaje

Se trata de un temor más que justificado. ¿Cómo se verán los molinos desde las playas o desde los miradores? Lo cierto es que se verán y en mayor o menor medida, romperán la estética natural del Cabo de Gata. Tal es la preocupación, que BlueFloat Energy (una de las promotoras) ha encargado un estudio paisajístico que señalan se hace de forma independiente por la compañía tecnológica Plain Concepts.

El resultado, que es público, se puede ver pinchando en este enlace. Y bajo estas líneas mostramos algunas de las vistas más destacadas como la de Los Muertos, Aguamarga o Mojácar.

Recreación de los molinos desde Mojácar playa

Recreación de los molinos desde la playa de Aguamarga

Recreación de los molinos desde la playa de Los Muertos

Una recreación que desde las asociaciones ecologistas no creen realista. "Nos parece que está un poco retocada. Las imágenes se han tomado con un gran angular y los puntos de luz los han puesto de una forma que no es un estudio paisajístico", señala Carranza haciendo referencia también a una bruma que desenfoca todo. Tampoco se ve el impacto de noche, "con las luces en las palas y en las bases", advierte.

El impacto en la fauna marina, en los cetáceos y en las aves

Más allá del impacto visual y sus consecuencias sobre el turismo y el comercio local, que no es menor, los expertos consultados ponen el foco sobre los efectos que la eólica marina flotante puede tener sobre el fondo marino. José Luis Pelegrí, oceanógrafo del Instituto de Ciencias del Mar CSIC, es contundente: "el principal problema es la degradación del fondo, el terreno y el hábitat". "Los puntos de fijación suelen ser cadenas bastante pesadas cerca del fondo y pueden tener un impacto importante precisamente ahí" añade confiando también Pelegrí en que "estas tecnologías de agarre puedan ir evolucionando".

"Las cadenas pueden funcionar como una barredora, generando un gran impacto"

José Luis Pelegrí, Oceanógrafo CSIC

Ahora mismo, con la tecnología existente en otros proyectos, explica que esas cadenas, que pueden ocupar grandes superficies en el fondo marino, "pueden funcionar como una barredora, generando un gran impacto en el hábitat alrededor del punto de anclaje". También advierte de que hay vida salvaje que puede verse atrapada, así como plásticos o algún tipo de envase.

Si nos fijamos en la parte emergente, en la torre y las hélices, el principal impacto lo sufrirían las aves, que deberían cambiar sus rutas. Así lo destacan desde SEO/BirdLife, que junto a Aliente y la plataforma Stop Parque Eólico Mar de Ágata han protagonizado una de las últimas manifestaciones en Almería, el pasado 2 de marzo.

SEO/BirdLife destaca los espacios altamente protegidos a los que podría afectar este proyecto. Además del propio Parque Natural, destacan la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y la Zona de Especial Conservación (ZEC) ‘Cabo de Gata-Níjar’, ambas integradas en la red europea de espacios protegidos Natura 2000; la Zona de Especial Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) ‘Cabo de Gata-Níjar’ y el Área de Importancia para la Biodiversidad y las Aves (IBA, por sus siglas en inglés) ‘Sierra y Salinas de Cabo de Gata’.

Mapa de situación del proyecto Mar de Ágata

Asimismo, y junto al reconocimiento de la UNESCO, recuerdan que el Cabo de Gata ha sido declarado humedal de importancia internacional por el Convenio de Ramsar y se ubica en un hábitat crítico para los cetáceos.

Y finalmente, 'Mar de Ágata' está ubicado en plena ruta migratoria de aves y es usada por importantes poblaciones de cetáceos, tortugas y aves marinas, como la pardela balear, el ave más amenazada de Europa, y las pardelas cenicienta mediterránea y atlántica.

A todo lo anterior, se une la existencia de un impacto sonoro, ya que la hélice emite una vibración. "Es de baja frecuencia", matiza el oceanógrafo dando más importancia a lo que ocurra bajo el agua.

La promotora defiende el proyecto y la creación de puestos de trabajo

Desde la empresa promotora, la postura es totalmente distinta y en conversación con laSexta defienden la oportunidad que se brinda a toda la zona. Javier Monfort es Country Manager de Bluefloat y directivo del parque 'Mar de Ágata'. Explica el proyecto de forma didáctica y señala que están abiertos a propuestas, en lo que él denomina "un proceso de escucha".

¿Por qué no se aleja el proyecto más de la costa? "Esa tecnología, como se desarrolla en el mar, no se puede ubicar donde los promotores quieran, no es como las placas solares en tierra", comienza. Y recuerda que "en el mundo marino todo está previsto en los POEM". Se refiere al Plan de Ordenación del Espacio Marítimo, que precisamente en estos momentos está frenado, en fase de estudio. Unos planes que define el Gobierno central a través del MITECO y en los se mira, además de la compatibilidad ambiental, que no haya interferencia con el tráfico marítimo y aéreo, interferencias en materia de Defensa y también se intenta minimizar el impacto sobre las rutas de pesca.

"La zona elegida es la más al norte porque no afectamos a la zona restringida de Parque Natural", defiende Monfort. E insiste: "El Parque Natural es la joya de Almería, no se puede tocar, por eso hemos elegido la zona más al norte". "Otro motivo para elegir esa zona es aprovechar la logística de Endesa", añade.

"Se genera vida y diversidad en la propia plataforma"

Javier Monfort, directivo de 'Mar de Ágata'

¿Se ampliaría en un futuro la extensión del parque eólico?, preguntamos y su respuesta no es desde luego ninguna certeza. "No creo. Precisamente por esa limitación que nos hemos autoimpuesto, que es no ir hacia el parque natural, al sur", explica. Y defiende la independencia y credibilidad de la empresa que ha desarrollado el estudio paisajístico.

En cuanto a las particularidades de la estructura, señala el directivo que la propia tecnología flotante tiene ventajas. Y destaca la mitigación de las vibraciones. También insiste en que "se genera vida y diversidad en la propia plataforma", como si de un arrecife se tratara.

En las imágenes bajo estas líneas se muestran visuales de la eólica marina proyectadas por Bluefloat para 'Mar de Ágata'.

La torre eólica marina proyectada por Bluefloat

Anclaje de la torre eólica marina flotrante proyectada

Además de intentar tranquilizar sobre el impacto en el fondo marino y la fauna, Monfort defiende la que es para ellos otra característica de valor: la generación de puestos de trabajo, con el desarrollo de las estructuras en el puerto y en la industria local. Algo sobre lo que Europa tiene puesto el foco, explica, y para lo que "Mar de Ágata es un proyecto tractor". Así, se refiere a las oportunidades de negocio futuras. Estiman que se generarán 2.000 puestos de trabajo directos en Andalucía y una contribución al PIB nacional de 630 millones de euros (un 0,28% en el caso de Andalucía).

Unos argumentos que no convencen a las asociaciones ecologistas, a las cofradías de pescadores o a empresarios locales, que ven por ejemplo, que una vez se haya terminado la instalación de las plataformas, el mantenimiento necesario será mínimo. Si todo siguiera su curso, la previsión de Bluefloat es que 'Mar de Ágata' esté operativo entre 2026 y 2028, después de una fase de construcción que puede alargarse hasta tres años.

La posición del Ministerio

Fuentes del ministerio de Transición Ecológica consultadas por laSexta recuerdan que en estos momentos la tramitación de todos los parques marítimos eólicos está paralizada. El Real Decreto 12/21 estableció una moratoria para la eólica marina, hasta que se aprueben los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), actualmente en tramitación y, posteriormente, una nueva regulación, como indica la Hoja de Ruta de la Eólica Marina.

Una hoja de ruta que destacan está "diseñada para desarrollar de un modo ordenado y responsable las energías renovables en las aguas territoriales, de modo que sea respetuoso con el medio ambiente, compatible con otros usos y actividades, y se aproveche para mejorar el conocimiento del medio marino".

La ministra Teresa Ribera se ha mostrado cauta en los últimos meses, rechazando el "temor" a la eólica marina. "Es importante trabajar en el terreno con cada uno de los actores, incluido las cofradías, y ver las dificultades a resolver, temores que se pueden paliar y que no se corresponden a la realidad", ha expuesto.

Unas palabras que por ahora no tranquilizan a las más de 70 asociaciones reunidas bajo la Plataforma Stop Parque Eólico Mar de Ágata, que se mantienen a la espera del nuevo plan y se amparan en la petición de una declaración de impacto ambiental negativo.

Desde la Asociación de Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, creen que frente al despliegue de "20 aerogeneradores del tamaño de la torre Eiffel", existen otras energías renovables que "bien planificadas, son una buena opción". Sugieren así aprovechar espacios ya edificados, como los invernaderos que salpican la provincia, para desplegar "paneles solares traslúcidos sobre ellos" y obtener así "energía renovable sin causar impactos ambientales".

¿Es la eólica marina una opción respetuosa con el medio ambiente? "El mensaje que debemos mandar es que esto hay que estudiarlo un poco más", señala Pellegrí. "Tenemos que ir hacia ello pero sin saltarnos pasos", añade a la vez que plantea algo de sentido común: "No podemos invertir millones en estructuras que son necesarias, sin invertir una parte en hacer los estudios necesarios. Hay que desarrollar estructuras lo más equilibradas posibles para humanos y medio ambiente".