La contaminación lumínica elimina miles de ejemplares de 56 especies de aves, 24 de ellas catalogadas como amenazadas, según un estudio elaborado por una treintena de investigadores de varios continentes, entre ellos el de la Estación Biológica de Doñana, centro del CSIC en Sevilla.

Este trabajo, en el que también participan investigadores del Grupo de Ornitología e Historia Natural de Tenerife, alerta de la "elevada mortandad" de aves marinas en todo el mundo que causa la contaminación lumínica, pues la luz artificial nocturna favorece colisiones por deslumbramiento de algunos ejemplares y agota a otros muchos al desviarlos de sus rutas habituales de vuelta a tierra.

Este artículo, que publicará la revista 'Conservation Biology', estima en no menos de 200.000 las aves muertas desde hace unos años, cuando se establecieron los primeros programas de rescate de aves accidentadas.

Esta cifra se considera "muy conservadora" pues los autores del estudio creen "poco probable" que se puedan recoger todas las aves heridas o muertas por este problema.

Entre las aves más amenazadas por la contaminación lumínica destacan los petreles y las pardelas, ha señalado Juan José Negro, investigador de la EBD y uno de los cofirmantes de este estudio.

La red internacional conformada por estos científicos ha estudiado los efectos de la contaminación lumínica en Europa, Azores, Estados Unidos o Australia, y han hallado miles de aves marinas accidentadas en todo el mundo.

En España, este problema se presenta cada año con una mayor envergadura en las Islas Canarias, con miles de aves accidentadas en Tenerife y Gran Canaria.