El Zoológico de La Habana y el Parque Zoológico Nacional, a las afueras de la ciudad, suman en la actualidad 45 ejemplares de león africano, 17 de ellos machos, lo que supone ya de por sí un elevado número respecto a otros centros de este tipo en el mundo.

"El factor fundamental es lograr la formación de una manada bien estructurada. Después, ellos solos se seleccionan. Lo más sabio es dejar que la naturaleza actúe sola", explicó a la bióloga y directora de Bienestar Animal de la Empresa Cubana de Zoológicos, Yamilet Rodríguez.

Pero en Cuba la sabia actuación de la naturaleza combinada con lo bien que les sentaron a los felinos los aires del Caribe resultó en un "baby boom" ante el que los responsables de los zoológicos tuvieron que actuar. "Probamos de todo", relató Rodríguez.

Primero se decidió implantar a las hembras anticonceptivos subcutáneos de tipo hormonal, pero el método tuvo que descartarse porque, acabado el tratamiento y una vez retirado el dispositivo, las hembras no lograban volver a concebir. Finalmente se optó por no tocar a las leonas y actuar sobre los machos mediante vasectomías, que no castraciones. Además, con este método los machos mantienen su característica melena.

Una parte de los leones que viven en Cuba en la actualidad forma parte de una gran donación de 144 animales de 24 especies que realizó Namibia a la isla hace dos años, aunque hay otros que descienden de ejemplares regalados por Tanzania al entonces presidente cubano Fidel Castro en la década de los setenta.

A finales de los años 80 se creó el "foso de los leones" y desde entonces se han producido "más de 550 nacimientos", comenta Rodríguez. La aplicación de métodos de control de la natalidad no significa que los leones dejen de reproducirse: los zoos cubanos llevan a cabo una reproducción planificada, y se intenta que sean varias las leonas preñadas en un mismo periodo para evitar conflictos en la manada.