Investigadores de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania) han observado que los sentimientos pueden determinar de qué lado se da un abrazo a otra persona, aunque también pueden influir otros factores como la mano dominante, según un curioso estudio publicado en la revista 'Psychological Research'.
Los abrazos son parte de las interacciones sociales entre los humanos desde el nacimiento, expresan afecto y amor, y pueden darse tanto en contextos positivos como negativos, pero también en situaciones más neutras, simplemente para saludar.
En total se han analizado más de 2.500 abrazos, con el objetivo de saber si la forma de abrazar a otra persona estaba condicionada por el contexto emocional en cada momento, o simplemente dependía de cuestiones más físicas, como la posición en el momento de darlo o una mayor preferencia por un lado u otro del cuerpo.
La primera parte del estudio transcurrió en un aeropuerto alemán, donde se evaluaron aproximadamente mil abrazos en la terminal de salidas internacionales y otros tantos en la de llegadas. Durante las salidas supusieron que las personas que se abrazan suelen experimentar emociones negativas, bien porque están despidiendo a sus seres queridos y porque, según los estudios, casi el 40% de todos los viajeros suelen tener fobia a los aviones, lo que aumenta el componente negativo.
En las llegadas, en cambio, se generan emociones positivas como consecuencia de reencuentros y del alivio de haber terminado el viaje.Y para estudiar los abrazos neutrales, los investigadores recurrieron a la plataforma de video 'YouTube' para estudiar vídeos de actores que daban abrazos con los ojos vendados a desconocidos por la calle.
En total analizaron unos 500 casos. Tras procesar toda la información, observaron que la mayoría de las personas muestran preferencia por los abrazos por el lado derecho.
Al mismo tiempo, descubrieron que los abrazos del lado izquierdo se daban con más frecuencia en situaciones positivas que en negativas. "Esto puede deberse a la influencia del hemisferio derecho, que controla el lado izquierdo del cuerpo y procesa las emociones positivas y negativas", explica Julian Packheiser, principal autor de este trabajo.
"Cuando las personas se abrazan, las redes emocionales y motoras en el cerebro interactúan y causan una deriva más fuerte hacia la izquierda en contextos emocionales". Pero el estudio no quedó aquí, sino que los investigadores también quisieron estudiar la influencia de la posición o de la tendencia por la mano izquierda o derecha.
Para ello pidieron a 120 participantes que abrazaran a un maniquí después de escuchar varias historias cortas positivas, negativas y neutras mediante unos auriculares. De este modo, vieron que las personas diestras tienden a abrazar a otra persona por su lado derecho, mucho más a menudo que las personas zurdas.
En su trabajo también encontraron el caso atípico de los abrazos entre hombres, ya que observaron una fuerte tendencia hacia la izquierda incluso en situaciones neutrales.
Según Sebastian Ocklenburg, también autor del estudio, alega que esto puede deberse a que "muchos hombres consideran que los abrazos entre hombres son algo negativo y, por lo tanto, tienden a percibirlos así incluso en una situación neutral como un saludo".
En estos casos, el hemisferio derecho se activa por las emociones negativas y favorecería un abrazo por la izquierda.