Prodrive P25, 400 CV como bálsamo para los que añoran al Subaru Impreza

Una de las semanas grandes dentro de la industria automotriz ha comenzado. Goodwood ya espera el desfile de coches y de toda la pompa y boato que suele rodear a este gran espectáculo sobre los terrenos de Lord March y que ha estado condicionado durante los dos últimos años por la pandemia. Aunque se ha tratado de mantener a flote como se ha podido, iniciando incluso un crowdfunding para asegurar su supervivencia. Ahora, en 2022, promete ser una fiesta para los amantes del automovilismo.

Y sin duda, el Prodrive P25 será una de las grandes estrellas que se verán a partir de este jueves 23 de junio, en lo que no deja de ser la versión moderna de lo que a finales de la década de los noventa fue uno de los deportivos japoneses más deseados, el Subaru Impreza 22B. Ayudado por su presencia en el Campeonato del Mundo de Rallies, el modelo de la firma de las estrellas se quedó marcado en la memoria de los aficionados tanto a la competición como a los coches de altas prestaciones para la calle, especialmente porque el WRC vivía en esos momentos una etapa en la que los lazos entre ambas vertientes eran obligatorios por reglamento.

Apenas serán 25 unidades construidas por Prodrive (frente a las 424 que se crearon del 22B edición especial Prodrive) y en un desarrollo en el que han tomado parte Peter Stevens, la persona diseñó el Impreza WRC original en 1997 y el icónico director técnico de los de Banbury, David Lapworth, responsable también del World Rally Car hace un cuarto de siglo. Sin embargo, donde estará lo realmente interesante es que se ha empleado la base del Impreza WRX de dos puertas para crear esta especie de reinterpretación que mejora en prácticamente todos los datos las cifras del original.

En cuanto al propulsor elegido, Prodrive ha optado por respetar el ADN y empleará un motor 2.5 bóxer de origen Subaru, afinándolo lo suficiente como para alcanzar los guarismos de los 400 CV de potencia máxima y los 600 Nm de par motor. Si a ello le sumamos la tracción total, el turbo Garrett con sistema anti-lag derivado de la competición, los apenas 1.200 kilogramos de peso debido al empleo masivo de fibra de carbono y la caja de cambios secuencial de 6 marchas con levas detrás del volante, la realidad es que este Prodrive P25 es capaz de bajar el 0 a 100 km/h hasta los 3,5 segundos, mientras que el 22B se debía conformar con acercarse a los cuatro segundos bajos.

Puede que los más puristas sigan teniendo como objeto de deseo el Impreza 22B de finales de los noventa, sin embargo, no hay duda de que la efectividad del P25 quedará rápidamente demostrada en las más que probables comparativas, especialmente si le sumamos el sistema de frenos AP Racing con discos de 380 mm delante con pinzas fijas de 6 pistones y 350 mm detrás con pinzas de 4 pistones o la suspensión firmada por el especialista de Bilstein, ajustables en compresión y extensión.

Seguramente lo que más chirríe a más de uno es que junto a esos neumáticos Bridgestone Potenza 235/35/R19 no se haya optado por montar unas llantas doradas y se haya optado en este caso por el aluminio forjado con unas dimensiones de 19 pulgadas. Si a estas alturas sigues interesado en este nuevo Prodrive P25, debemos aclarar que su precio de salida será de 536.000 euros sin contar los impuestos, pero nadie te puede garantizar que esas 25 unidades no estén ya asignadas a sus afortunados futuros poseedores. Entre los extras Prodrive ofrece la opción de quitar las plazas traseras e instalar una jaula de seguridad parcial, por si necesitabas otra declaración de intenciones…