DEPENDE DE GUSTOS

¿Vale la pena pagar más por un coche premium?

Los coches de gama alta siempre han tenido ese algo que llama la atención. No solo por el diseño o la marca, también por la imagen que proyectan. Es fácil asociarlos con calidad, exclusividad o un cierto estatus, y eso hace que muchos los miren con deseo. Sin embargo, cuando llega el momento de comprar, hay que valorar si realmente compensa el salto.

Audi A6 Avant 2025

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Los coches de gama alta siempre han tenido ese algo que llama la atención. No solo por el diseño o la marca, también por la imagen que proyectan. Es fácil asociarlos con calidad, exclusividad o un cierto estatus, y eso hace que muchos los miren con deseo. Sin embargo, cuando llega el momento de comprar, hay que valorar si realmente compensa el salto.

Un coche premium no es solo más caro en el concesionario. También lo es en mantenimiento, seguros y recambios. Por eso, antes de tomar la decisión, conviene analizar si el uso que se le va a dar justifica el desembolso o si, por el contrario, un modelo generalista bien equipado puede hacer el mismo papel.

Acabados de nivel y conducción más cuidada

Las marcas premium suelen ofrecer interiores con mejores materiales, más confort acústico y una sensación general de solidez que se nota en marcha. El diseño también suele estar más trabajado, tanto por dentro como por fuera, y se percibe un mayor esmero en los detalles.

Además, los sistemas de ayuda a la conducción, el equipamiento tecnológico o las posibilidades de personalización son más amplios. Desde asientos con masaje hasta faros adaptativos o suspensiones electrónicas, todo contribuye a una experiencia de conducción más refinada.

Eso sí, buena parte de estas opciones se paga aparte. En algunos modelos, es fácil que el precio final se dispare varios miles de euros respecto al configurador base. No es raro empezar con un presupuesto ajustado y terminar en una cifra que parecía lejana. Por tanto, hay que ser realista y priorizar lo que se va a utilizar de verdad.

Mercedes-Benz Clase E
Mercedes-Benz Clase E | Mercedes-Benz

Gastos que van más allá de la compra

Comprar un coche premium implica asumir una serie de costes añadidos a lo largo del tiempo. El seguro suele ser más caro, las revisiones también, y en general los recambios tienen un precio más elevado. A esto hay que sumar que muchas piezas están más integradas y, por tanto, cualquier reparación puede requerir más mano de obra.

Incluso en elementos como los neumáticos hay diferencia. Al llevar llantas de mayor tamaño o medidas poco comunes, el precio sube. Lo mismo ocurre con las pastillas de freno o ciertos elementos electrónicos, más complejos que en otros coches.

Esto no significa que sea una mala elección, pero sí que conviene tenerlo en cuenta. No todos los conductores están dispuestos (ni necesitan) asumir ese extra de gasto a medio y largo plazo.

¿Cuándo compensa dar el salto?

La respuesta depende, sobre todo, del uso. Si se hacen muchos kilómetros, si se pasa mucho tiempo en carretera o si se valora especialmente el confort, entonces un coche de gama alta puede ser una inversión razonable. No solo por el placer de conducción, también por el descanso que proporciona en viajes largos o por la calidad de rodadura en general.

En cambio, si el uso va a ser principalmente urbano, con trayectos cortos o desplazamientos esporádicos, quizás no tenga sentido gastar mucho más solo por una marca. Hoy en día, muchas marcas generalistas ofrecen un nivel de calidad y tecnología suficiente para cubrir de sobra las necesidades de la mayoría.

En definitiva, no hay una única respuesta válida. Lo importante es que la elección encaje con el tipo de conducción, el presupuesto y las prioridades personales. A veces, lo más sensato no es mirar la categoría del coche, sino todo lo que implica mantenerlo durante años.

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