FÁCIL Y MUY EFICAZ

El truco para pasar la prueba de gases en la ITV aunque tu coche sea muy viejo

El frío puede ser un factor muy problemático a la hora de superar la ITV de nuestro coche, especialmente, si éste ya cuenta con unos cuantos años a sus espaldas. Sin embargo, con algunos trucos como el que hoy te traemos aprobar la inspección técnica será mucho más sencillo.

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Las ITV llevan con nosotros desde hace décadas: decenas y decenas de centros a los que los vehículos matriculados en nuestro país que se encuentren en situación de alta tienen la obligación de acudir de manera periódica para ser revisados y comprobar que cumplen unos mínimos tanto a nivel técnico como a nivel administrativo. En las Inspecciones Técnicas de Vehículos se llevan a cabo diferentes pruebas, tanto para vehículos más antiguos como para aquellos que apenas llevan un puñado de años circulando.

Uno de los test que más problemas genera, especialmente entre los vehículos menos cuidados o más antiguos, es de la prueba de gases. Se trata de un proceso de medición en el que se analizan ciertos parámetros -diferentes entre motores de gasolina y motores diésel- para determinar que tanto del motor como los diferentes sistemas anticontaminación instalados en el vehículo muestran un funcionamiento acorde a las leyes de homologación bajo las que ese vehículo fue concebido.

No nos engañemos: el mejor -y más efectivo- secreto para que nuestro coche supere la prueba de emisiones contaminantes de la manera más sencilla posible es contar con un vehículo que ha sido correctamente mantenido. Sin embargo, hay momentos en los que nuestro vehículo puede jugarnos una mala pasada, una situación en la que podemos aplicar ciertos trucos para que la prueba de gases sea más sencilla de superar.

Hablamos de, por ejemplo, llevar el coche a la temperatura de servicio, asegurarse de que el filtro de aire está en las mejores condiciones posibles (cuanto más limpio mejor) o, incluso, repostar combustible "premium" antes de acudir a la ITV. Existe otro truco que, sobre todo en los coches más antiguos, puede salvarnos de una situación "apretada".

El truco con el que superar la prueba de gases de la ITV

La clave: exigir más al motor. Pero no exigirle de cualquier manera, sino a través de los diferentes sistemas eléctricos instalados en tu vehículo. Cuando activamos elementos eléctricos como la iluminación de cruce, la luneta térmica o el sistema de aire acondicionado lo que estamos haciendo, en realidad, es exigir al motor más potencia que desarrolla inyectando más combustible a los cilindros.

Cuando esto se produce, la combustión se vuelve más limpia y energética aunque a cambio estamos gastando más carburante, algo que no nos importa porque se trata de una prueba que dura unos segundos. Sin embargo, como la combustión es más limpia, los valores de los gases contaminantes que se miden en la prueba (monóxido de carbono, CO) son mucho más bajos, mientras que el valor de la sonda lambda (que debe mantenerse siempre lo más cercano a 1) se estabiliza de manera mucho más rápida.

De esta manera, si en la prueba de gases de tu coche ves que los valores arrojados no son los que debería, prueba a aplicar este truco: activa todos los sistemas eléctricos que puedas (insistimos: radio, iluminación, compresor del aire acondicionado, luneta térmica...) y efectúa otra vez el test. Verás como el resultado final te sorprende...

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