UNA CUESTIÓN DE SEGURIDAD

El motivo por el que puede que tengas que cambiar tus neumáticos aunque estén nuevos

Los neumático son un elemento fundamental si hablamos de seguridad vial. Conducir un vehículo con los neumáticos en perfecto estado no es garantía de nada, pero sin duda supone hacerlo con mucha mayor seguridad que con unos neumáticos deteriorados

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Los neumáticos desempeñan un papel fundamental en el rendimiento y la seguridad de un vehículo, siendo uno de sus componentes más críticos e importantes. Y es que su importancia radica en su capacidad para proporcionar tracción, frenado y estabilidad sean cuales sean las condiciones de conducción. Un juego de neumáticos adecuadamente seleccionado y mantenido puede (y de hecho lo hace) impactar directamente en la eficiencia, la maniobrabilidad y la comodidad de nuestro coche.

Además, los neumáticos juegan un papel crucial en la seguridad vial, ya que afectan directamente la capacidad de frenado del vehículo y su adherencia al asfalto. Es esencial que los conductores realicen un mantenimiento regular, verificando la presión y el desgaste de los neumáticos, para garantizar un rendimiento óptimo y reducir el riesgo de accidentes. En última instancia, la elección y el cuidado adecuado de los neumáticos no solo impactan en la eficiencia y el confort del vehículo como ya hemos comentado, sino que también son fundamentales para garantizar la seguridad de los ocupantes del vehículo y del resto de usuarios de la carretera.

La inmensa mayoría de conductores se decide a sustituir los neumáticos de su coche cuando éstos desgastan su banda de rodadura, de manera que el dibujo existente ya no tiene la capacidad de evacuación de agua suficiente. Además, con el paso de los kilómetros el agarre va disminuyendo, de manera que el neumático comienza a perder rendimiento de manera progresiva. Sin embargo, hay casos en los que puede ser necesario sustituir los neumáticos aunque éstos tengan buen aspecto.

¿Por qué tengo que cambiar mis neumáticos si están nuevos?

Y es que los neumáticos pueden sufrir otro tipo de fenómenos que afecten a su integridad y rendimiento. Uno de esos fenómenos es lo que se conoce como cristalización del neumático, un fenómeno que hace referencia al endurecimiento y de ciertos componentes de la banda de rodadura que tiene como resultado una reducción drástica del agarre que esos neumáticos son capaces de proporcionar.

Cuando esto sucede se habla de un neumático cristalizado, un fenómeno que además entraña un riesgo adicional ya que, visualmente, el neumático se encuentra en buenas condiciones. Cuando esto ocurre, el neumático no es capaz de desgastarse, de manera que la banda de rodadura comienza a pulirse pero no a desgastarse de manera normal. Si un neumático se cristaliza es fundamental sustituirlo lo antes posible, ya que ante una situación de baja adherencia el neumático no agarrará prácticamente nada.

Algunos síntomas que pueden ponernos sobre la pista son, por ejemplo, el contar con una banda de rodadura que no se desgasta de manera uniforme y suave, sino que comienza a despedazarse en pequeños trozos o tacos de goma. Si notas que, además, los neumáticos provocan un ruido de rodadura más alto de lo normal y, además, los neumáticos tienen varios años, es muy probable que estés utilizando gomas cristalizadas que deberías cambiar cuanto antes.

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