Nuestros coches con cada vez más seguros e inteligentes, avanzando en terrenos como el de la seguridad pasiva (con estructuras más resistentes y un mayor número de airbags) y el de la seguridad activa, con cada vez más sistemas de seguridad a nuestra disposición para evitar un posible accidente. Sin embargo, uno de los factores más importantes es generalmente olvidado: la iluminación nocturna.

Si tu coche ya tiene unos años y has probado un coche nuevo recientemente, te habrás dado cuenta de que la potencia lumínica y la calidad de la luz es generalmente muy superior en los coches modernos, algo a lo que han contribuido elementos como las centralitas de control o la llegada de la tecnología LED, más eficiente y, a la vez, más eficaz a la hora de iluminar lo que tenemos delante.

Un método muy eficaz para devolver la claridad a tus faros, sobre todo si éstos son de plástico, es pulirlos: en numerosos comercios, incluso en internet, es posible encontrar kits de pulido que permiten mejorar el estado de las cúpulas que cubren los faros: con un coste muy reducido que no suele superar los 30€, en menos de media hora eliminaremos todas las impurezas y plástico quemado para transformar la apariencia -y la eficacia- de tus faros.

Si quieres mejorar aún más la calidad de la iluminación de tus faros, prueba a cambiar las bombillas: estudia la potencia y el tipo de bombilla que equipan tus faros, y busca marcas de buena calidad: es posible encontrar un juego de bombillas de primera marca por menos de 20€, que garantizan una gran potencia lumínica. Si quieres garantizar una buena calidad y cantidad de luz, sustituye las bombillas cortas de tu coche una vez al año: el coste, comparado con el beneficio, es prácticamente cero.