La OCU te ayuda a elegir motorización

Ni diésel, ni híbrido, ni eléctrico: esta es la tecnología que antes amortizarás en tu próximo coche

Con tantas tecnologías disponibles actualmente en el mercado para la motorización de un automóvil, es cada vez más complicado para los consumidores entender cuál es la opción más económica en el largo plazo. Por esta razón, la OCU ha presentado un análisis de la cuestión que te ayudará a tomar la decisión acertada según tu caso.

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Hace unos años, la duda más importante que cualquier comprador de un vehículo debía afrontar consistía en decidirse por motorizaciones de gasolina o diésel. Estas segundas implicaban un sobrecoste respecto de las primeras en el momento de adquirir el vehículo que, sin embargo, se amortizaba relativamente pronto si el destino del automóvil iba a ser recorrer una elevada cantidad de kilómetros anuales. En ese caso, tanto el menor consumo medio propio de los coches de gasóleo como el menor coste de este combustible implicaba un ahorro final en el gasto por kilómetro.

Ahora bien, en el contexto actual, en el que la diversidad de opciones mecánicas se ha ampliado gracias a la electrificación y a la aparición de alternativas que permiten quemar GLP —gas licuado de petróleo—, puede ser un tanto más complicado acertar con la opción más económica. En este sentido, la OCU —Organización de Consumidores y Usuarios— ha realizado un análisis comparando los distintos tipos de motorización disponibles en el mercado, para descubrir cuál de estas alternativas ofrece un menor coste durante los primeros 100.000 kilómetros recorridos.

Manguera repostaje
Manguera repostaje | Opel

Para ello, se han tenido en cuenta los costes fijos asociados a la adquisición y uso de un vehículo, cuyo importe más relevante es el desembolso que exige su compra. A este habría que sumar impuestos y las anualidades del seguro, aspecto este que se ha mantenido constante en su análisis, aunque pueda variar, evidentemente, en función de la motorización y características generales del automóvil en cuestión. Como también se han tomado en consideración los costes variables, como el mantenimiento y, especialmente, el precio del combustible o de la energía requerida para moverlos.

Los costes que la OCU toma como referencia para un automóvil de tamaño y potencia medios

Partiendo de la referencia de un automóvil equipado con un motor de gasolina, la opción más accesible en la generalidad de los casos, la OCU ha determinado un sobrecoste medio de 2.500 euros si se opta por un diésel, misma cantidad que se sumaría al precio inicial en caso de optar por un híbrido no enchufable. Los híbridos enchufables implican un sobreprecio de 4.000 euros, mientras que un eléctrico suma 7.000 euros de media a la tarifa de un coche de gasolina equivalente. Por su parte, las alternativas bifuel, habilitadas para funcionar indistintamente con gasolina o GLP, apenas aumentan en unos 700 euros el precio de partida de la opción de gasolina.

Térmicos vs eléctricos
Térmicos vs eléctricos | Getty Images

Ahora bien, en el caso del precio que habrá que pagar por el combustible o la energía necesaria para recorrer esos 100.000 kilómetros, la lista adquiere un orden prácticamente inverso. De este modo, será el motor de gasolina el que exija desembolsar una mayor cantidad de dinero en esa distancia, puesto que, tomando como base un precio de 1,63 euros por litro, serán, según la OCU, 12.250 euros los que habrá que pagar por todas las visitas al surtidor de combustible. En el caso del híbrido no enchufable, este gasto baja hasta los 10.000 euros, mientras que si se trata de un híbrido enchufable solo habría que desembolsar 6.400 euros, suponiendo un uso del 70 % con electricidad, cuyo coste estima la OCU en este análisis en unos 20 céntimos de euro por kWh. Las opciones diésel y bifuel gasolina-GLP arrojan una cantidad similar en este estudio de la OCU, con 8.900 euros y 8.550 euros estimados en combustible. Cabe apuntar que utilizan como referencia un precio del gasóleo de 1,48 euros por litro y del GLP de 0,95 euros/litro, además de suponer que se emplea este último combustible en el 100 % de esos 100.000 km.

Bifuel con GLP como motorización que antes se amortiza

Las conclusiones de la OCU determinan que la tecnología más cara a largo plazo es la del motor de gasolina. En el extremo contrario figura la alternativa bifuel, gasolina y GLP, cuyo sobrecoste inicial se amortizaría después de recorrer tan solo 20.000 kilómetros. En cuanto a las opciones híbridas, en el caso de las no enchufables habría que esperar hasta los 110.000 km recorridos para amortizar el sobreprecio inicial. Los híbridos enchufables requerirían de solo 70.000 km, siempre y cuando se disponga de un cargador doméstico para acceder al precio de la electricidad del que se ha servido la OCU para su estudio, puesto que en cargadores públicos el coste del kWh es mayor.

Eso sí, tanto en este último caso como en el de los eléctricos, las ayudas gubernamentales para su adquisición pueden reducir el sobrecoste inicial y, con ello, los kilómetros que habremos de recorrer para amortizar esta opción. Así, en el caso de los híbridos enchufables, el Plan Moves III permitiría reducirlos hasta los 25.000 km, mientras que en el caso de los eléctricos puros, esta distancia sería de unos 30.000 km, 55.000 menos que en el caso de pagar su precio de tarifa.

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