LA SEGURIDAD ES LO PRIMERO
Así son los asistentes y ayudas a la conducción (ADAS) que salvan millones de vidas cada día
Los sistemas ADAS hacen de los vehículos actuales lugares seguros y manejables. Esto se debe a sus tres grupos de asistentes divididos en: seguridad, conducción y aparcamiento disponibles en coches como el Renault Austral.
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Desde aquellos discretos pitidos al aparcar a los actuales y sofisticados asistentes de mantenimiento en el carril. Casi sin darnos cuenta, las ayudas a la conducción se han ido infiltrando en nuestros coches y en nuestras vidas como uno de nuestros mejores aliados.
Hoy en día, no hay que buscarlos solo en modelos de superlujo. Coches más cercanos y asequibles, pero muy tecnológicos, como el nuevo Renault Austral E-Tech Full Hybrid, cuentan con una enorme lista que llega hasta 32 asistentes y ayudas a la conducción, o ADAS, según el acrónimo en inglés.
No todos los asistentes trabajan a la vez. Cada uno tiene su momento y su función. Dependiendo de esto, se clasifican en tres grupos: seguridad, conducción y aparcamiento.
En el primer grupo encontramos algunos muy importantes, como el asistente de frenada de emergencia, capaz de detener el coche si identifica un obstáculo delante como un peatón ciclista u otro coche.
Este grupo también engloba otros muy prácticos como el aviso cuando hay otro vehículo en el ángulo muerto del retrovisor, que está activo incluso si viajamos de noche, igual que el detector de fatiga, que también analiza en todo momento la atención que pone el conductor; o el asistente que te avisa si te estás acercando mucho a las líneas y te puedes salir de tu carril, que te redirige de nuevo a la posición correcta para que no te salgas de él.
En el segundo grupo, 'Conducción', están todos aquellos que nos facilitan la tarea de conducir y pueden hacerse cargo de algunas funciones. Como el control de crucero adaptativo, el reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de mantenimiento en el carril, el asistente de atascos y retenciones, que adapta la velocidad del coche al ritmo del tráfico hasta 30 km/h e incluso al detectar las intersecciones. Todos ellos se complementan y se unifican en uno solo: el Active Driver Assist. Este es, básicamente, un sistema de conducción autónoma de nivel 2. Aunque si fuese por la tecnología que engloba, hablaríamos de un nivel 3, pero la legislación va un poco por detrás en esto.
La principal función de un asistente como este es mantener la velocidad programada, siempre respetando la distancia de seguridad si detecta un coche delante. Y a su vez, asistiendo al conductor en la dirección. Porque es capaz de mantener el coche en su carril, e incluso de tomar curvas. Pero no te confíes, si el sistema nota que no tienes las manos en el volante, te avisa con señales sonoras y visuales para que vuelvas a ponerlas en su sitio. No olvidemos que, en España por lo menos, conducir sin las manos en el volante se considera infracción.
Otro asistente muy importante que pasa casi inadvertido es el que se encarga de encender o apagar las luces según la situación de luminosidad. Esto, unido a tecnologías como las luces LED y las más avanzadas Matrix LED, hace que veamos mejor que nunca la carretera cuando hay poca luz o es de noche. Todo gracias al sistema inteligente que adapta el haz de luz automáticamente a la carretera, con mayor profundidad, pero sin deslumbrar a otros vehículos, ni a los que vienen de frente ni a los que van delante.
Porque en el Austral se ha pensado para ofrecer siempre la máxima seguridad al volante. Y el sistema 4 Control de cuatro ruedas directrices es otra aportación más que contribuye a ello. Cuando ruedas por encima de 50 km/h, las cuatro ruedas giran en el mismo sentido para mejorar la estabilidad en curva e incrementado la precisión de la dirección. Algo que aporta un plus de confianza y sensación real de seguridad.
Sin embargo, mientras rodamos por debajo de 50 km/h o por ciudad, este sistema te permite disfrutar de un radio de giro más reducido para maniobrar fácilmente por el centro de las ciudades e incluso para aparcar.
Y ya que mencionamos el tema de aparcar, contamos también, por supuesto, con el asistente de aparcamiento. Capaz de generar una imagen de 360 grados alrededor del coche en directo, a través de las cuatro cámaras que lleva. Perfecto para evitar esas columnas que aparecen como salidas de la nada.
Estos sistemas de ayuda a la conducción o ADAS son los que más usamos a la hora de conducir. Aunque no son ni la mitad de los que puede llevar un coche como el Austral en su equipamiento de seguridad. Porque estos asistentes nos facilitan las cosas y, también, nos salvan la vida varias veces al día.
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