Los accidentes de tráfico no disminuyen al mismo ritmo que los desplazamientos

Ha sido una de las Semanas Santas más atípicas de la historia. La España confinada se ha tenido que quedar en casa debido a la pandemia del coronavirus y esto ha llevado no solo a que los pueblos o los principales puntos turísticos se hayan mostrad vacíos, sino que también las carreteras hayan mostrado una circulación impropia para estas fechas. Aunque finalmente no se han producido grandes desplazamientos, lo cierto es que los datos de mortalidad durante el periodo no ha sido el más positivo.

En total, han sido 13 las personas que han fallecido durante la Semana Santa en accidentes de tráfico según los datos publicados por la Dirección General de Tráfico, y según FESVIAL (la Fundación independiente para la Seguridad Vial), aunque la movilidad se ha reducido en un 86%, la mortalidad solo habría caído en un 48% respecto al mismo periodo de 2019, por lo que se podría llegar a la conclusión de que los guarismos de ambas estadísticas no han seguido una línea proporcional.

En total han sido2,1 millones de desplazamientoslos que se han producido en once días, de los cuales se estima que el 80% corresponden a trayectos realizados por conductores profesionales, tanto de empresas de logística como de camiones o vehículos ligeros de reparto. Todos ellos se encuentran en una situación si cabe de mayor presión debido a la alta demanda de estos servicios debido a la proliferación de las compras OnLine durante estas semanas de confinamiento y de Estado de Alarma Nacional. Muchos de ellos además en condiciones de mucho cansancio, después de que el Gobierno suspendiera a mediados de marzo el límite de horas de conducción a los camioneros. Algo que los eximía de cumplir los tiempos de descanso a los transportistas.

La tensión, la fatiga o el estrés producido por la situación actual pueden corresponder a los factores de riesgo que se han convertido en protagonistas desde el inicio de la propagación de la pandemia en nuestro país, haciendo un coctel que podría explicar que el grado de accidentes mortales en carretera no hayan disminuido al mismo ritmo que el número de desplazamientos. Ocho de los 13 fallecidos se habrían producido en salidas de vía, mientras que las vías convencionales fueron las que mayor número de accidentes registraron, con 10 fallecidos en total, frente a los tres que se produjeron en autovías o autopistas, todas ellas, en teoría, en condiciones de baja densidad de tráfico.