Si hay algo que nunca cambia en el sorteo de la Lotería del Niño, como en el de Navidad, es la ilusión por ser uno de los premiados.
En este caso, la estadística está -un poco más- con quien juega. Mientras que la probabilidad de salir premiado en la Lotería de Navidad es de solo un 5,84%, en el Sorteo del Niño aumenta hasta el 7,82%.
Por eso, muchos optan por comprar décimos del Niño para tentar a la suerte, pero lo cierto es que el gasto, de media, es menor que en el sorteo del 22 de diciembre. El año pasado, los españoles gastaron una media de 18,39 euros. Cuatro más que en 2018.
La Comunidad Valenciana es donde más se juega este año, unos 25,44 euros de media por habitante, seguida de Andalucía y Madrid.
Todo para llevarse algunos de los premios que están en juego. El primero es de 2 millones de euros a la serie. Es decir, 200.000 euros por cada décimo premiado. Un segundo premio de 750.000 euros -75.000 por décimo- y un tercero de 250.000 euros por serie. 25.000 euros cada décimo. Además, hay varias extracciones y otros premios menores que suman, en total, 700 millones de euros.
De todos ellos, sólo el primero y segundo premio tendrán que tributar a Hacienda. Según la nueva normativa, solo los premios iguales o inferiores a 40.000 euros no están sujetos al gravamen especial de loterías y apuestas, que es del 20%. Un buen pellizco que, para los afortunados, será el mejor regalo de Reyes.