El 70% de la superficie terrestre es mar y sólo conocemos un 5%. Es el gran desconocido y parte crucial de la renovación del aire. Actualmente tan sólo un 1% del océano está protegido, el resto son aguas internacionales y no pertenecen a nadie.

Judith de la Rosa es guía de buceo y colabora con una ONG para la conservación del fondo marino y los océanos. Vive desde hace 16 años en Maldivas, un paraíso natural que hasta hace muy poco no conocía los plásticos. "La utilización del plástico comenzó con la llegada del turismo masivo a Maldivas", explica.

Maldivas, un paraíso que no conocía el plástico

El turismo representa el 70% de la economía de Maldivas, algo que ha modificado la cultura de los habitantes. "Somos 400.000 habitantes y cada año llega un millón de turistas. En Maldivas hay más de 100 resorts y hoteles. Necesitamos pescar más para abastecer a los hoteles", afirma Hassan Shareff, uno de los pescadores de la zona.

"Cada turista produce 7 kilos de desperdicios", explica la activista Thanzy Naeem

En la isla Villingili se construyó el primer resort de Maldivas, ahora es la población local la que reside allí. En su orilla se acumulan los desechos plásticos. Thanzy Naeem es activista y las cifras que nos da dejan sin palabras: "Maldivas ahora genera mucha basura. En los resorts cada turista produce 7 kilos de desperdicios".

Estas toneladas de plástico están matando los arrecifes y los corales, los peces se están viendo gravemente afectados. "Las islas son pequeñas. Cualquier cosa que hacemos afecta directamente al océano. Otras islas deshabitadas están peor incluso que Villingili, pero nadie habla de ello", añade Naeem.

Thilafushi, la 'isla vertedero'

Toda la basura que se genera en Maldivas acaba en Thilafushi, una isla artificial creada por y para la basura. Para llegar a esta 'isla basura' basta con seguir el reguero de las botellas de plástico.

Thilafushi se sitúa cerca de la capital y de los dos atolones que concentran el 70% de los resorts. Aminath Shaliny, asistente de la ONU residente en Maldivas, explica que la isla, que anteriormente era una laguna, se creó en los 90 y como "una solución temporal".

"Hace 40 años producíamos desechos biodegradables, pero con la globalización el consumo ha cambiado. Generamos mucho plástico y aluminio. Todo está aquí depositado", apunta Shaliny. Según los últimos datos cada día se tiran en la capital de Maldivas casi 300.000 botellas de plástico.

Jalis de la Serna y el equipo de Enviado Especial visitaron esta 'isla vertedero'. Comprobaron que allí no separan los residuos. El programa grabó durante cuatro horas el paisaje de la isla, pero el humo que provoca la incineración de los residuos se hizo insoportable.

"Incineran la materia orgánica e inorgánica junta. Con este método trasladan la contaminación al aire, generan una cantidad terrible de CO2, dióxido de nitrógeno y todo tipo de gases tóxicos", apunta el oceanógrafo Gerardo Álvarez Gómez-Ogando.

La 'isla basura' gana terreno al mar

Los plásticos conforman el 70% de este vertedero. A la isla Thilafushi llegan unos 15 o 20 barcos diarios cargados de desechos plásticos. En total unas 1.000 toneladas al día. "Están metiendo lo sucio bajo la alfombra. El problema vendrá cuando, con el incremento del nivel del mar, toda esa basura se empiece a desenterrar. Es una bomba de relojería", añade Gómez-Ogando.

El Gobierno de Maldivas es el encargado de gestionar esta 'isla vertedero'. Aquí trabajan personas muy pobres y por salarios muy bajos. Además, el riesgo para la salud es altísimo y muchos de ellos no llevan mascarilla.

Esta 'isla basura' ya le está ganando terreno al mar. "Hasta en los paraísos se generan esta cantidad de residuos. Este no es un caso único, pero aquí llama más la atención", aclara el oceanógrafo. Lo cierto es que la estampa de la isla se parece más a un escenario postnuclear.

A consecuencia del aumento de la temperatura de la Tierra, el agua en Maldivas puede llegar a alcanzar los 30 grados, los buceadores de la zona lo notan. Cuando esa temperatura supera los 30 grados, los corales empiezan a morir.

La cuarta parte de los corales de la Tierra ya ha desaparecido, urge así restaurar el mayor número de colonias posibles. Un grupo buceadores locales buscan trozos de corales rotos para poder trasplantarlos. Mohamed Raai es uno de los voluntarios, explica que el crecimiento de esos corales recuperados es demasiado lento.

Además, la calidad del agua está empeorando. En Malé, la capital de Maldivas, 150.000 habitantes se concentran en apenas 6 kilómetros cuadrados. "Tenemos un problema importante, siempre hemos bebido agua de lluvia que recogemos en tanques, pero con el cambio climático cada vez llueve menos y no tenemos agua suficiente".

La supervivencia de Maldivas, en juego

Para Ali Rilwan, activista, "el cambio climático es real, está pasando". Explica que Maldivas es el país más plano del mundo. El 70% de las islas no superan el metro de altura. "Los científicos ya han dicho que en 2100 el nivel del mar subirá un metro. Las Islas Maldivas están peligro", añade Rilwan.

"No hablamos de una playa, hablamos de la supervivencia de un país", afirma el activista Ali Rilwan

Como solución se está estudiando la construcción de cinco islas artificiales de tres metros de altura. "Así nos garantizaríamos la posibilidad de vivir los próximos dos siglos", explica el activista.

Sin embargo, saben que esta solución también tendrá un impacto medioambiental: "Sabemos que es postergar el problema, pero necesitamos un sitio en el que estar a salvo".

Una botella de plástico tarda en descomponerse casi 500 años. Si termina en el mar, se fragmenta en miles de pedazos microscópicos, muchos de esos pedazos se depositan en el fondo marino y entra así en la cadena alimenticia.

Ibrahim Riyaz es jefe de Operaciones del Puerto de Maldivas. Explica que en el país, salvo atún y coco, importan todo lo que consumen, un total de dos millones de productos anualmente. Todos esos productos llegan en envoltorios de plástico. Preguntado sobre cómo se procesan todos esos residuos plásticos, Riyaz guarda silencio. "Se está empezando a prensar los envases y a exportar plástico a algunos países", añade.

La bióloga Sonia Valladares insiste en que se trata de "un problema global". Lo que ocurre en Maldivas es sólo la punta del iceberg.

Masas de plástico que recorren el mundo

La basura plástica flotante está recorriendo el mundo. Se distribuye en grandes manchas que suman millones de kilómetros cuadrados de extensión. El capitán Charles Moore lo ha documentado, hace 20 años se cruzó con la primera isla de basura itinerante.

El capitán Charles Moore se cruzó hace 20 años con la primera isla de basura itinerante

Desde entonces Moore no deja de reunir pruebas para mostrar al mundo el futuro que nos espera. "Encontré más plástico que vida", le explica a Jalis de la Serna, que se desplazó hasta California para conocerle.

En una de sus expediciones, el capitán Moore se fue a conocer el parche de plástico del Pacífico Sur. Afirma que mide más de un millón de kilómetros cuadrados, el doble de la extensión de España.

No es el parche más grave, la masa de plástico que halló en el Pacífico Norte en 1997 era del tamaño de Europa. En 2014 había 19 millones de pedazos de plástico en el mismo lugar. "Estamos destruyendo los océanos y lo estamos haciendo muy rápido", explica Moore.

Antropoceno, la nueva era geológica

Vamos a pasar a la historia como la generación del plástico. De nosotros depende nuestra propia supervivencia. En España tenemos más de 11.000 kilómetros de costa, pero el plástico ya forma parte del terreno

"El hombre está marcando el comienzo de un nuevo periodo geológico: el Antropoceno, un periodo fruto de la mano del hombre y no de la naturaleza", afirma Daniel Rolleri, comunicador ambiental. Explica que el Mediterráneo es el mar más sucio del mundo y muestra imágenes impactantes: el fondo marino repleto de botellas de plástico y residuos.

El 80% del plástico que acaba en el mar procede de la Tierra, equivale a verter un camión de basura al mar cada minuto. Según la ONU, en 2050 habrá más plástico que peces en el mar.