En el Partido Popular empieza a utilizar todo tipo de piruetas lingüísticas para justificar el haber asumido ensu acuerdo con Vox en la Comunitat Valenciana ese término que utilizan los de Abascal para no hablar de violencia machista: ellos equiparan a todas las víctimas hablando de violencia intrafamiliar. Esto es solo un intento de invisibilizar y ocultar ese tipo de situaciones que sufren las mujeres, pero los de Vox van un paso más allá (o más atrás en el tiempo) negando directamente su existencia.

El número 2 de Vox en Valenciay posible president de Les Corts, José María Llanos, ha asegurado tras pactar con los 'populares', que "la violencia de género no existe, la violencia machista no existe". Al rato modificaba milimétricamente su discurso: "Me gustaría rectificar y condenar todo tipo de violencia contra la mujer, incluida la machista, lo que niego es la existencia de la violencia de género". No ha aclarado, eso sí, a qué se refiere cuando dice que existe la violencia machista pero no la de género.

Lo cierto es que a las críticas dirigidas a los 'populares' por pactar con un partido que niega la violencia machista ha respondido Borja Sémper, portavoz de campaña del PP. En un primer momento, apoyando que lo importante no es cómo se llame. "Lo que es mucho más importante que la denominación de las cosas es que no se dé un paso atrás en los avances sociales conseguidos", ha dicho Sémper.

Desde el Gobierno no han dudado en reprobar estas palabras. Dice el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que tratan de "justificar lo injustificable" y ven en el acuerdo de la Comunitat Valenciana, "con el partido de un maltratador", un "retroceso en derechos de igualdad entre hombres y mujeres".

También la ministra de Ciencia, Diana Morant, ha recordado que ese retroceso se ha vivido ya en Castilla y León donde, dice, "han intentado imponer un protocolo para obligar a las mujeres que quieren interrumpir voluntariamente su embarazo a escuchar el latido del feto".

Horas después, el PP sale al paso: "La violencia de género existe"

Ha sido después de todo este revuelo, horas más tarde, cuando ya sí el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, salía a aclarar la postura del partido. "La violencia de género existe y cada asesinato de una mujer nos conmociona como sociedad", ha dicho en un mensaje en su perfil de Twitter. "No daremos ni un paso atrás en la lucha contra esta lacra", ha añadido, pese a que los pactos con el partido de Vox siguen en marcha en muchos puntos del territorio.

También se ha pronunciado el candidato del PP al gobierno de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón: "La violencia de género y la violencia sí existen. Es una lacra contra la que no voy a dejar de luchar. El Gobierno que presida no solo no va a dar un paso atrás, sino que reforzará cualquier medida de protección sobre la mujer contra cualquier forma de violencia", ha dicho.

Vox no cambia su discurso

Pero en esto siguen sin ponerse de acuerdo con sus ya socios, los de la extrema derecha. El propio líder de Vox, Santiago Abascal, ha salido este mismo viernes en defensa del ahora candidato de Vox por Valenciaa las elecciones generales, Carlos Flores, y justifica al condenado por violencia machistaporque "no hubo maltrato físico". "Pidió disculpas por una condena de hace veinte años y jamás puso la mano encima a una mujer", ha defendido Abascal denunciando que se le haya "criminalizado" desde la izquierda y desde la sede nacional del PP.

No es solo en la Comunitat Valenciana donde la ultraderechatrata de imponer sus prioridadesen cuanto a los derechos de las mujeres se refiere. En Aragón Vox ya ha advertido que quieren "reducir de forma drástica el gasto político ineficaz" si llegan a las Cortes, y ahí incluyen el Instituto Aragonés de la Mujer y el Observatorio Aragonés de Violencia sobre la Mujer.

También en Burgos desaparece la concejalía de Mujer. La alcaldesa del PP, Cristina Ayala, defendía en Al Rojo Vivo hace unos días se tratarán temas de Igualdad en Burgos a pesar de "no tener una estructura administrativa".