El socialismo ha vencido las elecciones generales de este 23 de julio en Sevilla. Así lo han expuesto las urnas con el 100% del voto escrutado. En la capital andaluza, el PSOE se ha impuesto al resto de formaciones al conseguir 5 diputados, manteniendo sus mismos resultados que en 2019. El PP, aunque mejora sus resultados llegando a los cuatro escaños frente a los dos cosechados el pasado 10N, ha quedado en segunda posición.
El tercer puesto en Sevilla es para Sumar, con dos diputados. Sí pierde apoyos en la provincia, aunque pocos, la ultraderecha de Vox, que se queda finalmente con uno frente a los dos que obtuvo en las pasadas elecciones. En términos generales, el bloque progresista conformado por PSOE y Sumar se impone por la mínima a los conservadores de PP y Vox en la capital andaluza.
El PSOE busca recuperar su feudo
Desde que la democracia echó a andar en nuestro país, Andalucía se fue consolidando en cada llamada a las urnas como bastión del socialismo en España. Desde 1982, año en el que el PSOE (con Alfonso Guerra como cabeza de lista en la ciudad) triunfa con contundencia frente a la Alianza Popular comandada allí por Jorge Versrtrynge (ocho diputados para los socialistas, tres para los conservadores y uno para los comunistas del PCE), la tendencia ha sido muy favorable para los progresistas.
A lo largo de la siguiente década ese resultado se mantuvo casi igual en todos los comicios. En 1986 se repitió prácticamente el mismo resultado (ocho escaños para el PSOE, tres para Alianza Popular y uno para Izquierda Unida); tres años después, en el 89, el Partido Andalucista propició un ligero cambio (ocho para un PSOE que seguía liderado por Guerra, dos para el PP, uno para IU y otro para el PA); y en las elecciones de 1993, los socialistas volvieron a conseguir ocho diputados frente a los tres de los populares y uno de Izquierda Unida.
Ya en el 96 comienzan a observarse mínimas variaciones en las opciones de voto en Sevilla, con el PP sumando cuatro diputados tras 'quitarle' uno al PSOE, que acabó con siete, mientras IU se mantenía con dos. Esa variación cobra aún más fuerza en el año 2000, coincidiendo con la revalidación de mandato de José María Aznar. Este año, el PP sumó un escaño más (llega a los cinco), pero no en detrimento del PSOE, que finalizó con otros siete, sino de IU, que se quedó únicamente con uno.
En 2004 y 2008 se mantiene la misma tónica que en la década de los 90, con el socialismo recobrando fuerza al hacerse con ocho escaños en la capital andaluza frente a los cuatro de los populares (en ambos comicios IU se quedó sin representación aquí). El PP no obstante logró mejorar sus resultados nuevamente en las elecciones de 2011, cuando se quedó a un escaño de igualar a los socialistas (seis de ellos fueron a parar al PSOE y cinco a los conservadores, yendo el último a IU).
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El cambio más radical que vivió Sevilla en la lucha de poder estatal se dio en 2015, fecha en la que irrumpió la llamada 'nueva política' que fragmentó el voto y mejoró las posibilidades de los populares de superar a sus rivales. Ese año, el PSOE acabó siendo igualmente primero en la capital andaluza, pero con cinco escaños, seguido del PP, con tres; y Unidas Podemos y Ciudadanos, con dos cada uno. El cambio de tendencia se materializó en 2016, cuando PP consiguió los mismos escaños que el PSOE (cuatro cada uno), si bien los tres que se llevó Unidas Podemos y el único que obtuvo Ciudadanos inclinaron la balanza nuevamente hacia la opción progresista.
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