La alcaldesa ultra de Ripoll, Sílvia Orriols, es la cara visible de Aliança Catalana, que después de su éxito en las municipales, apuesta ahora por las elecciones autonómicas. Con un programa abiertamente islamófobo y racista, además de independentista al más alto nivel, Aliança Catalana llega a las elecciones del 12M con posibilidades. O al menos eso es lo que dicen las encuestas, que le auguran entre uno y tres escaños en el Parlament.

Son 33 los puntos que incluyen su programa, aunque muchos se podrían englobar en uno solo. Destaca, en primer lugar, la apuesta por la declaración unilateral de independencia (DUI), la misma que ya se aprobó en su momento en Cataluña y que duró apenas unos segundos. "Si Aliança Catañlana obtiene la mayoría absoluta en el Parlament, declarará y defenderá la independencia de Cataluña", aseguran, después de mostrar su intención de "expulsar a los Estados español y francés" de tierras catalanas. Entretanto, se comprometen a "tener el país preparado para la secesión", en parte, "estableciendo contactos internacionales con otros estados, dando imagen de país soberano distinto a España" o, entre otras cosas, "aumentando la soberanía energética" o "promoviendo la independencia financiera".

Si la independencia es tan importante como para constituir el primer punto de su programa (y no es el único programa electoral que lo recoge en este orden), también lo es la cuestión identitaria: desde Aliança Catalana insisten en que "los recursos son limitados!" y que los servicios catalanes no pueden "soportar el alud migratorio" que "sufren". "En Cataluña no cabe todo el mundo", aseguran. Porque son un partido independentista, pero también de extrema derecha. El partido propone aceptar sólo la inmigración "que beneficie económicamente y no diluya la cultura catalana", cerrar las fronteras, deportar a inmigrantes (también a los menores)... y también prohibir ir con burka (o casco) por la calle, para "facilitar que las personas sean fácilmente identificables".

También desde el punto de vista identitario, Aliança Catalana propone "promover el catalán" pero convirtiéndolo en un requisito "indispensable para vivir en el país", así como "normalizar la lengua nacional" en los medios de comunicación públicos. Muy extensa es la cuestión de la seguridad desde el punto de vista de la formación ultraderechista: la propuesta incluye más agentes en las calles (y menos en las oficinas), más cámaras de seguridad en las calles y, en resumen, más "efectivos de los Cuerpos de Seguridad de Catalunya", aunque también incluyen la modificación del Código Penal para aumentar las penas de hurtos con reincidencia "sin tener en cuenta la suma del valor de los bienes sustraídos".

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