Te voy a exponer a continuación unas recomendaciones básicas para el devenir de tu existencia que la genial Nora Ephron, (si no la conoces, espera que ahora te la presento), en un auténtico acto de generosidad, enumeró en su genial libro 'El cuello no engaña y otras reflexiones sobre ser mujer':

-La gente es solo de una manera.

-No existen los secretos.

-Si sólo una tercera parte de tu ropa es un error, vas ganando el juego.

-Cuando alguien pronuncia las palabras "nuestra amistad es más importante que esto", ten cuidado, porque casi nunca es cierto.

-Haz copias de seguridad de los archivos.

-Nunca se sabe.

-El nido vacío está sobrevalorado.

-Nunca te cases con un hombre del que no estés dispuesta a divorciarte.

-Los últimos cuatro años de psicoanálisis son un desperdicio de dinero. (Mi preferida).

Esta magnífica periodista, guionista, novelista, directora y productora estadounidense, conocida principalmente por las comedias románticas que escribió y dirigió, como 'Algo para recordar' (1993), 'Cuando Harry encontró a Sally' (1989), 'Tienes un e-mail' (1998) o la fantástica 'Se acabó el pastel' (1986), entre otras, me viene a la cabeza estos días porque, yo no sé si no os habéis dado cuenta, si no las echáis de menos, pero ya no tenemos comedias románticas en la cartelera. Han desaparecido. El amor no está de moda.

Que no se me entienda mal. No quiero MÁS pelis repletas de estereotipos sexistas, con un culto al amor romántico exacerbado y con ese mensaje tan profundamente conservador y tan americano de que el amor es más importante que la vida o el amor lo puede todo, aunque se trate de dos personajes absolutamente incompatibles y que no tienen nada que ver. No.

Pero mira, este 2019, 'Cuando Harry encontró a Sally' cumple 30 añazos. Y si la revisas te vas a dar cuenta de que esta peli mítica de los ochenta escrita por Ephron –una peli que habla del amor escrita por una mujer, esto es muy importante, y qué mujer, qué lista, feminista y estupenda mujer–, dirigida por Rob Reiner e interpretada por Meg Ryan y Billie Cristal no solo ha envejecido fenomenal, si no que en ella no hay ni rastro de estereotipos ni roles de género con olor a naftalina. Resulta que, pese a algunos detallitos de nada (es una peli de los 80), sigue siendo una peli bastante moderna. Sally se nos presenta como una mujer independiente que se muda a Nueva York para ser periodista y lo consigue. No es una historia que únicamente hable de romanticismo, sino que también lidia con la melancolía y reflexiona sobre el matrimonio y el divorcio y las crisis de los 20, los 30 y los 40 en hombres y mujeres a través de agudísimos diálogos e inteligentes y sugerentes situaciones. Todo esto mientras Harry y Sally debaten, porque no paran de hablar, sobre detalles triviales de sus vidas mientras de fondo les acompañan Frank Sinatra, Bing Crosby, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong o Harry Connick Jr. También es una declaración de amor a Nueva York donde una mujer le aclara a un hombre que los orgasmos se pueden fingir divinamente.

De mi admirada Nora Ephron seguiremos hablando otro día. Una gran señora y sagaz analista de la sociedad contemporánea. Y espero que pronto, de una digna y buena sucesora. ¡Es necesario! ¡Que vuelvan las buenas comedias románticas! ¡Y que las escriban mujeres!