El PSOE ha pedido a PP y Ciudadanos que se abstengan en la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno. El objetivo: no quedar en manos de los independentistas de ERC. El argumento definitivo: "Que lo hagan por España". Ay, España. Que solo la quieren por el interés, Andrés. Es de risa.

El peticionario ha sido el Ministro José Luis Ábalos, también Secretario de Organización de los socialistas. Tanto su propuesta como la respuesta de los aludidos es, en mi opinión, de un cinismo brutal. Veamos. Pedro Sánchez abandonó su escaño para no tener que investir a Rajoy y precipitó al PSOE a la mayor crisis interna de su historia. Con final feliz, ahora sí, pero el camino fue un espanto. Es decir, él hubiera preferido otra repetición de elecciones, antes que facilitar un gobierno del PP. Y eso que todas las encuestas auguraban otro batacazo del PSOE. Quizá lo hizo porque creyó que era bueno para los socialistas. No sé si tanto para España.

El caso es que Pedro Sánchez es el que ahora pide a PP y Cs que hagan lo que él no quiso hacer. Es lamentable. Y no lo entiendo. Por otro lado, Pablo Casado es incapaz de actuar ahora en consonancia con lo que pedía su partido por aquel entonces. No solo defendieron en algún momento la gran coalición con el PSOE, sino que consideraban que era una aberración abocar a España a otras elecciones. Ay, España.

Para colmo, Casado dice ahora que no se va a abstener para que gobierne un partido que llama "héroe" al etarra Josu Ternera. Pero, pero, pero, ¡por favor! Que no lo ha dicho un partido, sino un señor, Jesús Eguiguren, que ya no tiene ningún peso en dicho partido y que supongo que habla a título personal, dada su participación en las negociaciones para el final de la banda terrorista. Y, sobre todo, parece que Casado nos quiera decir que antes de las declaraciones de Eguiguren sí había barajado la posibilidad de abstenerse con Sánchez. ¿Nos toma por tontos? Nunca lo ha barajado. Ni con Eguiguren ni sin Eguiguren. Todo por España. Pero sin España.

Y luego está Ciudadanos. Albert Rivera ya pactó con Sánchez. Lo que pasa es que ahora ha dicho que no lo va a hacer. Y le ha ido tan bien en las urnas, que no va a cambiar de parecer, al menos antes de las municipales y autonómicas. Qué triste parece la pelea por ser segundo. En todo caso, llama poderosamente la atención que un partido tan combativo con los independentistas, prefiera ahora arrojar a Sánchez a manos de "los enemigos de España" con tal de seguir escalando.

Es sorprendente que un partido como Ciudadanos, que siempre ha puesto en valor su sentido de Estado y era al que más se le llenaba la boca con España (hasta la aparición de VOX), ahora ponga sus intereses electorales por encima de todo. Como todos. España, España, España. Bla, bla, bla. Nos la meten hasta en la sopa, en función de sus fines y la supervivencia de sus respectivas formaciones. ¿España? Que la mencionen menos y la quieran más.