La maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios que se utiliza cuando una persona se está ahogando tras haber ingerido un alimento u objeto. Esta técnica debe emplearse rápidamente, y es que si el afectado se ve privado de oxígeno durante cuatro o seis minutos se puede producir un daño cerebral e incluso a muerte.

Normalmente, esta maniobra se suele mostrar aplicándosela a otra persona. En ese caso, lo que hay que hacer es colocarse detrás de la persona que se está ahogando, inclinarla ligeramente hacia adelante y cerrar la mano en un puño para ponerla a la altura del ombligo mientras la otra la pones encima. Tras esto, debe realizarse un movimiento brusco arriba y abajo para conseguir que lo expulse.

El problema principal viene cuando estamos solos, ¿qué debemos hacer si nos estamos atragantando y no tenemos a nadie que nos pueda ayudar? En ese caso, es importante seguir dos indicaciones manteniendo la calma.

  • Debes empuñar la mano y colocar el pulgar debajo de las costillas y por encima del ombligo.
  • Hay que sujetarse el puño con la otra mano y presionar la zona con un movimiento rápido hacia arriba.

Sin embargo, cuando una persona se lo está realizando a sí mismo no siempre puede emplear la fuerza necesaria para expulsarlo, por lo que necesitará ayuda externa de un objeto. En este caso, habrá que tener en cuenta los siguientes pasos:

  • Coger una mesa, una silla o buscar una baranda.
  • Apoyarse en el borde del objeto anteriormente mencionado y empujar rápidamente la parte superior del vientre contra el borde.
Este paso debe repetirse con calma hasta que el objeto que esté obstruyendo la vías respiratorias salga.