Calzarse unos zapatos de piel nuevos puede ser una experiencia dolorosa y hasta causar ampollas y otros problemas. Hay veces en las que el cuero es duro y el pie no está acostumbrado a dicha rigidez, así que lo mejor es buscar la mejor manera de ablandar los zapatos nuevos para que no te hagan daño. Si los Reyes Magos te han traído unas botas Dr. Martens que adoras, pero que te hacen polvo los pies, sigue leyendo para saber cómo dilatar las botas de piel para ir más cómodo.

Hay varias formas de ablandar el cuero y evitar así que provoque rozaduras y dolor de pies. Casi todos hemos probado lo de andar por casa con calcetines gordos y los zapatos que aprietan para ver si se dan de sí. O lo de meter cucharas de madera a modo de hormas improvisadas. La verdad es que hay algunos otros trucos que funcionan mejor para ablandar zapatos de piel. Y, cómo no, en el mercado hay productos específicos para este fin que puedes probar. Estos son algunos consejos para ablandar zapatos de cuero:

1. Aceite para suavizar los zapatos de piel

Lo primero que debes hacer es asegurarte de que el zapato está bien limpio. Para limpiar el calzado, utiliza un paño húmedo y elimina la suciedad o la arenilla que pueda tener. Después, pasa un paño seco. Hay muchos aceites que pueden ablandar los zapatos de piel o reducir su rigidez, como:

  • aceite de visón
  • jabón de silla de montar
  • aceite de coco
  • aceite para los pies
  • El aceite de oliva tiene muchos adeptos, pero hay quien dice que deja manchas aceitosas y provoca el deterioro del cuero, según Wikihow.

2. Ablandar los zapatos con alcohol y vaselina

Debes empapar una bola de algodón con alcohol isopropílico y frotar por todo el cuero del zapato, por dentro por fuera. Deja que actúe durante unos 30 minutos. Después, aplica una capa fina de vaselina. Te puedes ayudar con un cepillo de dientes. Espera a que los zapatos reposen y se ablanden, límpialos con un paño seco para eliminar cualquier exceso de vaselina.

3. Ablandar el cuero con el secador

Dirige el calor del secador de pelo durante unos 20 segundos a las zonas problemáticas para estirar el cuero sin dañarlo, al tiempo que calzas los zapatos con calcetines gordos. Esta combinación de calcetines grandes y calor extra ofrece resultados rápidos. No te quites los zapatos ni las botas hasta que la piel esté fría al tacto, así es más probable que se mantengan estirados.

4. Agrandar unas botas con bolsas de hielo

En el caso de que tengas unas botas de cuero que te aprieten demasiado, puedes probar también el truco casero de la bolsa de agua congelada. Sigue estos pasos:

1. Llena de agua hasta la mitad una bolsa con cierre hermético.

2. Mete la bolsa dentro de la bota de tal manera que haga presión en ambos lados para que surta efecto.

3. Mete la bota dentro de una bolsa e introdúcela en el congelador. Déjala toda la noche para que el agua dentro de la bolsa hermética se congele y se expanda.

4. Saca la bota del congelador y cuando el hielo se descongele, retira la bolsa. Si la bota sigue estrecha, repite el proceso.

Consejos para cuando estrenas botas

1. Ponte las botas primero solo medio día.

2. Lleva siempre tiritas contigo.

3. No aprietes mucho los cordones para que tus pies tengan un poco más de espacio mientras se adaptan.

4. Para minimizar las ampollas causadas por la fricción, prueba a aplicarte vaselina en los pies o maicena en las botas y los calcetines.