Ni el síndrome de Asperger es una enfermedad, ni las personas que lo tienen son más o menos inteligentes. No tiene nada que ver con el cociente intelectual. Son muchos los mitos que hay todavía en torno a este trastorno del desarrollo que se engloba dentro del autismo o del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

"Este es un trastorno que ocurre durante el neurodesarrollo y que debe su nombre al médico pediatra austriaco que lo descubrió en 1943: Hans Asperger", explica a laSexta.com Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Europea de Valencia, con motivo del Día Internacional del Síndrome de Asperger (18 de febrero).

Este doctor descubrió el síndrome de Asperger "al analizar el comportamiento de unos niños que tenían dificultad para entablar amistades con otros, además de presentar dificultades para entender gestos, conversaciones o ejecutar determinadas actividades sencillas", añade la especialista.

En España, unas 470.000 personas tienen autismo y de ellos, entre un 18-25% tendrían síndrome de Asperger

Datos de la Confederación Asperger España

Según laConfederación Asperger España, aunque no hay datos oficiales, se estima que hay entre 1 y 5 casos de Asperger por cada 1.000 nacimientos. De forma más específica, se indica que en total, una de cada 100 personas tienen autismo (o Trastorno del Espectro Autista, TEA); lo que quiere decir que en España hay unas 470.000 personas con autismo y de ellos, entre un 18- 25% tendrían Asperger.

Pero es importante recordar que dentro del TEA y también dentro del propio síndrome de Asperger existe una gran variabilidad en cuanto personas: ni todas tienen las mismas características ni tampoco en el mismo grado. Y que existen tantos autismos como personas.

'Síntomas' o características del síndrome de Asperger

De forma general, podemos decir que las personas con este síndrome (el DSM-V lo incluye dentro del TEA, a pesar de que ha habido mucha discusión sobre ello, es decir, sobre si incluirlo o no dentro del autismo) tienen dificultades en ciertos aspectos de la interacción, la comunicación o en la forma de aprender.

Así, los rasgos más comunes del síndrome de Asperger, según enumera y explica a laSexta.com la profesora Guillem son los siguientes:

  • Particularidad en el pensamiento, forma de expresarlo y forma de actuación.
  • En muchas ocasiones, emplean un lenguaje muy correcto, como 'pedante'.
  • Tienen dificultad en interpretar simbologías u otras formas del lenguaje abstracto.
  • Algunos pueden ser torpes en el movimiento o presentar descoordinación, aunque la mayoría se muestran hiperactivos.
  • Comportamiento obsesivo y muy focalizado sobre algún tema que les interesa.
  • Su literal forma de aprendizaje hace que destaquen en áreas como las matemáticas, aspectos científicos, geográficos o astronomía.

Además, según detalla la Confederación Asperger España, "tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas".

Así y aunque cada persona con síndrome de Asperger tiene características diferentes y como hemos dicho antes, cada persona es un mundo, todos tienen en común, tal como exponen desde esta entidad, las siguientes características:

"Interacción social, especialmente con personas de su misma edad; alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal; intereses restringidos; inflexibilidad cognitiva y comportamental; dificultades para la abstracción de conceptos; coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles; interpretación literal del lenguaje; dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios", enumeran.

Otra de las cosas que debemos tener en cuenta es que "la mayoría de los problemas identificables empiezan a aparecer en el ámbito escolar cuando tienen dificultad para seguir las normas de comportamiento básicas y también las relaciones sociales. Las rutinas preestablecidas y los cambios poco profundos les ayudan a reducir la ansiedad que les generaría una inadaptación a su circunstancia actual", explica Guillem.

Así, lo más importante para obtener un buen diagnóstico "es consultar siempre con un especialista en Salud Mental que cuente con experiencia acreditada en este ámbito: "solo la confrontación con un especialista nos podrá dar la confianza y seguridad, necesarias para identificar el síndrome, así como, para empezar a entender cómo funciona el cerebro de las personas con Asperger, y de esta forma, darles la ayuda adecuada que necesiten a lo largo de su vida", finaliza Guillem.