Puede parecer imposible pero, con ayuda, se puede dejar de fumar y abandonar para siempre el tabaco. Sin recaídas. Para conseguirlo no se trata sólo de fuerza de voluntad ni de ganas sino de aplicar el tratamiento adecuado. La ayuda sanitaria es fundamental.
Esta semana elGobierno ha enviado esta misma semana el borrador de su "Plan de Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025". Algunos de sus objetivos: subir los impuestos al tabaco, que haya más espacios sin humo y acotar el uso de los cigarrillos electrónicos en espacios públicos. El borrador que ha sido lanzado a las comunidades autónomas y a varias sociedades científicas para que presenten sus aportaciones antes del 15 de diciembre.
Según datos de aportados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en España hay casi 60.000 muertes anuales atribuibles al tabaco. El mes pasado, esta sociedad científica lamentaba que la ley antitabaco no se había modificado desde la Ley 2010 y manifestaba que "ahora se requería una nueva reforma legal para reducir el tabaquismo en la población española". Porque además, en los últimos años, se había producido un ligero repunte en la prevalencia.
"Cada vez que se ha reformado la legislación antitabáquica, ha habido un descenso de la prevalencia de tabaquismo, que llegó a situarse en el 31% de la población con la ley de 2010 y siguió disminuyendo, hasta que en 2017 experimentó un repunte que llegó hasta el 34%", sostienen desde SEPAR.
Entre las cinco medidas que proponíaesta sociedad científica, presentadas recientemente, este pasado noviembre, en su 54 Congreso Nacional, estaba la de mejorar la asistencia sanitaria a fumadores. Porque los fumadores necesitan ayuda.
Es importante entender que "el tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica. Y esta característica de adicción que le proporciona la nicotina es lo que hace que dejar de fumar sea difícil", afirma a laSexta el Dr. Carlos Jiménez, neumólogo, experto en tabaquismo y expresidente de la SEPAR.
Por ello, añade el experto , "cuando un fumador quiere dejar de fumar tiene que acudir a un profesional sanitario para que le prescriba un tratamiento adecuado y personalizado, y además le haga un seguimiento".
Fármacos y apoyo psicológico
El tratamiento más adecuado consiste en una combinación de un tratamiento farmacológico y psicológico. "El tratamiento farmacológico para tratar la dependencia física que produce la nicotina, la adicción que produce la nicotina, y el apoyo psicológico para combatir la dependencia psíquica del cigarrillo", explica el doctor Jiménez.
Los fármacos existentes en la actualidad son: chicles, parches y comprimidos de nicotina. Y otros fármacos como vareniclina, el bupropión y la citisina (un fármaco recientemente traído a España, pero muy conocido en otros países). "Estos tratamientos junto con una apoyo psicológico son la mejor forma para dejar de fumar", afirma el experto. Es importante que cada persona reciba por parte de su médico el tratamiento más adecuado, en base a sus características como fumador.
"Cuando una persona fumadora hace un serio esfuerzo por dejar de fumar, pero no acude a un profesional sanitario y no hace por tanto, un tratamiento médico sino que hace tratamientos que no son validados científicamente, sus posibilidades de éxito serán un 5-10%", explica Jiménez. "Mientras que si ese mismo fumador acude a un profesional sanitario y lleva a cabo el tratamiento adecuado -y el seguimiento correspondiente- sus posibilidades de éxito se multiplican por 3 y hasta por 4".
Si una fumador quiere dejar de fumar por su cuenta, las probabilidades de éxito serán de un 5-10%. Si acude a un profesional sanitario, las probabilidades se multiplican por 3 y por 4
Sin embargo, lamenta el experto, "los fumadores españoles cuando hacen intentos por dejar de fumar, lo hacen sin tratamiento médico y sin acudir a un profesional sanitario. Por ello, muchas veces, están condenados al fracaso". De ahí que debamos insistir en la importancia de buscar ayuda médica. Porque para dejar de fumar se necesita ayuda porque estamos hablando de una enfermedad adictiva. Lógicamente, habrá personas que podrán dejarlo solas porque a lo mejor no tienen tanta dependencia.
Algunas personas fumadoras, por su alto grado de dependencia, necesitarán un tratamiento más especializado como son los que ofrecen las 36 Unidades de Tabaquismo (acreditadas por la SEPAR) que existen en la actualidad en centros sanitarios del Sistema Nacional de Salud. Son tratamientos financiados y los fumadores pueden contar con un equipo multidisciplinar de médicos, neumólogos, enfermeras y fisioterapeutas para ayudarles a abandonar el tabaco. "A estas unidades acudirán únicamente las personas que necesiten un tratamiento más específico y será su médico quien les derive a una de ellas", sostiene el experto.
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"Dejar de fumar es la decisión más saludable que puede tomar una personas en su vida porque el tabaco es el principal factor de riesgo de algunas enfermedades respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el cáncer de pulmón y también deenfermedades cardiovasculares", concluye Jiménez.