Esperar dos horas después de comer a bañarnos por si se nos corta la digestión, orinar sobre picaduras de medusas y otros mitos del verano que según los expertos pueden poner en peligro a los bañistas en las playas y las piscinas.

Médicos de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)y del Instituto #SaludsinBulos han publicado el Decálogo de mitos sobre incidentes en playas y pisc para informar correctamente a la población y desmontar todos los bulos que todavía siguen muy presentes.

Es por ello que "este informe es pionero en abordar los mitos y bulos relacionados con los incidentes acuáticos y con las labores de prevención de los socorristas. Es un decálogo que arroja luz y evidencias sobre un problema global de salud y seguridad a menudo subestimado", asegura Carlos Mateos, coordinador de #SaludsinBulos.

Cuidado con los manguitos y flotadores

Por ejemplo, en cuanto a los bulos relacionados con la prevención del ahogamiento, se encuentran el uso de manguitos y flotadores para niños. Según explican los expertos de ambas entidades, éstos dispositivos proporcionan una falsa seguridad a los responsables de los menores disminuyendo la atención y vigilancia, pero no hay ninguna prueba de su seguridad, según alerta el informe.

En este sentido, hay que tener en cuenta que la mayor parte de ahogamientos en menores de cuatro años ocurren por descuidos de los adultos y suelen suceder en piscinas particulares (8 de cada 10 ahogamientos infantiles en España se producen en piscinas privadas, según datos de la AEPap).

"El único material que está recomendado para la flotación de los bañistas es el chaleco salvavidas, aunque ningún dispositivo de flotación impide por sí solo un ahogamiento", explica por su parte Roberto Barcala, coordinador del Grupo de Trabajo de Socorrismo de laSEMES. Por ello, es fundamental no perder a vista a los pequeños cuando están en el agua.

No orinar sobre las picaduras de medusas

Por otro lado, en cuanto a los remedios caseros para la asistencia sanitaria en el entorno acuático, uno de los mitos que lleva con nosotros varias generaciones es el de orinar sobre picaduras de medusa (sin ninguna base científica).

Es importante saber actuar bien sobre estas picaduras ya que, según advierten desde ambos organismos, "cada año se producen 150 millones de picaduras de medusas en el mundo y hay que saber cómo actuar ante la posible gravedad de estas, pues su número aumentará en los próximos años con el cambio climático".

Así, explica Barcela, orinar sobre la picadura no sirve de nada e, incluso, puede provocar mayor descarga de veneno. "En caso de picadura, en primer lugar, hay que retirar los filamentos que todavía contienen toxicidad y la aplicación de frío, calor u otros elementos como el vinagre deberá realizarse bajo recomendación sanitaria, ya que no todas las medusas requieren el mismo tratamiento".

Los 10 mitos del verano (en playas y piscinas)

Según enumeran y explican los expertos de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)y del Instituto #SaludsinBulos, los 10 mitos y bulos más comunes del verano son los siguientes.

1. El corte de digestión

Según explican los expertos, "comer antes de nadar, no tiene relación con los ahogamientos, ni de por sí, es una contraindicación. A menudo se ha confundido con la hidrocución que puede ocurrir por un cambio brusco entre la temperatura corporal y la del agua, y esto puede ocurrir tanto después de comer, después de tomar el sol o hacer hacer actividad física intensa".

2. Manguitos y flotadores

Como ya hemos comentado, estos utensilios no previenen ahogamientos infantiles. Ni han demostrado seguridad. Además y según advierten los expertos, generan una falsa sensación de confianza.

3. Apnea bajo el agua

La apnea es sin duda una de las prácticas más comunes en las actividades acuáticas. Es por ello que según advierten los responsables de ambas organizaciones, respirar varias veces de forma rápida y profunda antes de la inmersión en el agua o ignorar las sensaciones de falta de oxígeno es un gran riesgo fisiológico provocado por la pérdida de consciencia bajo el agua (apagón hipóxico).

4. ¿La persona que se ahoga pide ayuda?

En realidad, una persona que se ahoga no pide ayuda (tal como se piensa) porque normalmente se ahoga en silencio. De hecho, reconocer a la víctima que se ahoga es un reto para bañistas y socorristas.

10 mitos sobre incidentes en playas y piscinas

5. Ahogamiento 'seco'

El ahogamiento seco también se ha denominado ahogamiento sin respiración de agua y es un término incorrecto, según los expertos. Porque todo ahogamiento, por definición, ocurre por la aspiración de líquido, bien por inmersión o sumersión.

6. Color de las banderas (también los surfistas)

Es importante reconocer que el color de las banderas afecta a todo el mundo, independientemente de su actividad. Según explican los expertos, la bandera roja no sólo se pone cuando hay olas, sino también cuando hay aparatos eléctricos, amenaza de animales marinos u objetos flotantes, etc. Si existe alguna excepción estará regulado por cada municipio.

7. El trabajo del socorrista

El principal trabajo de estos profesionales no es precisamente rescatar personas del agua, de hecho esto tan solo representa el 0,1% de su trabajo; mientras que el 99,8% restante es la prevención.

8. Picaduras de medusas

Como ya hemos explicado, orinas sobre picaduras de medusas no es nada recomendable, ya que la evidencia científica ha demostrado una mayor descarga del veneno inducida por la presión al contacto.

9. El término 'casi-ahogado' es obsoleto

El término de casi-ahogado o víctimas que sobreviven tras un incidente acuático es obsoleto, tal como explican estos expertos. "El término correcto sería ahogado fatal, cuando el resultado es mortal) y ahogado no fatal, cuando se sobrevive con o sin secuelas".

10. Cómo colocar a la víctima ahogada

No podemos colocar a la víctima ahogada boca-abajo "para vaciar el agua de los pulmones" como se piensa. Esto es un mito. Según explican los expertos, "estos actos además de ser inútiles y suponer una pérdida de tiempo no combaten el daño principal del ahogamiento, que es la hipoxia. Es por ello, que para las personas ahogadas debe seguirse el protocolo de RCP (reanimación cardiopulmonar) que incluyen ventilaciones y comprensiones.