La anquiloglosia es la falta de movilidad de la lengua causada por el frenillo lingual, esto es el frenillo que tenemos en la lengua y puede dificultar la lactancia materna. No obstante, se trata de un problema muy habitual en los recién nacidos.
Ahora , una investigación realizada por el Servicio de Pediatría del Hospital del Mar (Barcelona) y publicada en la revista 'Indian Journal of Pediatrics' demuestra que practicar la frenotomía en los recién nacidos con un frenillo lingual que impide una movilidad normal de la lengua, facilita la lactancia materna.
Para demostrarlo, los investigadores han seguido la evolución de 451 niños y niñas nacidos en el centro durante el año 2018. De este modo y según han podido comprobar, casi uno de cada tres niños/as presenta anquiloglosia cuando nacen, que puede provocar problemas durante el amamantamiento.
"Las consecuencias de tener una anquiloglosia no tratada son la de poder producir dolor en el pecho de la madre, pero también que, al ser menos efectiva la succión, la extracción de leche es menos eficiente y es posible que los recién nacidos no ganen suficiente peso y haga falta suplementar el amamantamiento materno", explica la Dra. Sílvia Maya-Enero, jefa de sección de Neonatología de este Servicio y autora principal del trabajo.
A todos los casos detectados en el centro se le ofrece la posibilidad de practicar una frenotomía, una intervención que consiste en una pequeña incisión para liberar la lengua. En el trabajo ahora publicado, se ha seguido la evolución de todos los recién nacidos nascidos en el año 2018 en el Hospital del Mar, 451, de los cuales, solo 29 no se sometieron a la intervención. Se compararon las cifras de amamantamiento materno en el momento del alta hospitalaria, al cabo de tres meses y medio del nacimiento y seis meses después.
Cuando se intervenía, mejoraba la lactancia materna
Según los resultados de esta investigación, en el 93,1% de los casos en los cuales se sometió al niño o a la niña en la intervención, se mantenía la lactancia materna a la hora de dejar el hospital, en comparación con el 76% de los que no fueron intervenidos. Además, el amamantamiento había mejorado en 396 de los recién nacidos.
"En los casos de los niños y niñas que han tenido anquiloglosia y que han sido tratados, han mantenido más la lactancia", apunta la Dra. Maya-Enero. Durante el seguimiento, el porcentaje se redujo al 81,7% tres meses y medio después del nacimiento en los recién nacidos tratados, pero era inferior en los no tratados (70,4%). La diferencia se mantenía al cabo de seis meses, con un 64,6% de los niños y niñas con frenotomía, ante el 55,6% en los que no se sometieron a la intervención.
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"El ofrecimiento de la frenotomía a las familias en los casos detectados es una buena alternativa para facilitar el amamantamiento materno, una práctica con beneficios demostrados para la salud del recién nacido y para su vínculo con la madre", sostienen