La diputada de ERC en el Parlament Meritxell Serret, cesada como consellera de Agricultura del Govern y que acompaña a Carles Puigdemont en Bélgica, ha formalizado su renuncia al escaño, como ya han hecho Clara Ponsatí y Lluís Puig, de Junts per Catalunya (JxCat).

Los tres consellers cesados dejan paso para blindar así la mayoría independentista en la cámara catalana, ya que los diputados huidos a Bélgica no tienen autorización judicial para poder delegar su voto.

Serret ha remitido a la Mesa del Parlament un escrito de renuncia a su escaño, poco después de que lo hayan hecho Ponsatí y Puig, mientras que, en cambio, el exconseller de Salud Antoni Comín, también en Bruselas y que ya era reticente a dejar el acta de diputado, se ha desmarcado de momento del anuncio de sus excompañeros del Govern.

Con la sustitución de tres diputados en Bélgica, y suponiendo que la CUP sumara sus votos a JxCat y ERC, los independentistas se asegurarían para la investidura al menos 68 votos -sin contar el de Puigdemont, pero sí el de los diputados que permanecen presos, que ya pudieron delegar su voto en la sesión constitutiva- sin que hiciera falta recurrir al voto delegado de nadie.

Después del pronunciamiento de ayer del Tribunal Constitucional, se daba por hecho que los cinco diputados en Bélgica no podrían delegar su voto y por lo tanto, si todos ellos hubiesen mantenido su escaño, la mayoría de 70 diputados independentistas se habría visto reducida a 65 escaños (sobre un total de 135) y habría podido perder cualquier votación parlamentaria.