Lo que en Austria se considera arte, en Reino Unido y Alemania, pornografía. Eso es lo que ha ocurrido con los cuadros de Egon Schiele, pintor austríaco que murió hace un siglo.

Se exhiben en Viena con mucho éxito, tanto, que su campaña publicitaria se ha expandido por Europa, pero las autoridades de Reino Unido y Alemania lo han tachado de pornografía. La oficina de Turismo de Viena ha optado por tapar los genitales con este mensaje: "Lo sentimos. 100 años pero demasiado atrevido para hoy". Así sí que se han podido exhibir en Londres.

Los expertos alertan del peligro de esta censura. "La maja desnuda de Goya es el retrato de una mujer puesta ahí desnuda para deleite de los hombres, habría que tirarlo a la basura, habría que tapar los frescos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel porque son retratos homoeróticos", ha dicho Pablo Ortiz de Zárate, periodista especializado en arte.

Más de 9.000 personas relacionaron la obra 'Teresa soñando' -de Balthus, 1938- con el abuso sexual y pidieron al Metropolitan de Nueva York la retirada del cuadro. El museo se negó. Facebook canceló la cuenta de un internauta después de que publicara la obra 'El Origen del mundo' -de Gustave Courbet, 1866- en la que se ve una vagina. Además, una galería de Manchester directamente ha descolgado el cuadro de 'Hylas y las ninfas' -J.w. Waterhouse, 1896- para crear debate sobre el tema.

"Si empezamos a censurarlo porque nos ofende o porque no nos gusta, lo que vamos a crear una sociedad de niños mimados sobreprotegidos, seremos una sociedad sin capacidad crítica", añade Ortiz de Zárate. Las obras ahora censuradas le costaron a Schiele tres meses de cárcel; 100 años después, parte de Europa lo vuelve a condenar.