La Universidad de La
Laguna precisa en la nota que existen diferentes métodos para purificar aguas
contaminadas y algunos de los más modernos utilizan filtros muy eficientes pero
que requieren electricidad, que es un recurso escaso en los países pobres, mientras
que los que no requieren electricidad son caros de fabricar.
Todo ello hace que
obtener agua limpia sea prácticamente inaccesible en comunidades pobres y por
ello, el uso de los dispositivos creados en la ULL es ideal para zonas
deprimidas con aguas contaminadas, en donde el sol sea un recurso abundante, ya
que el coste de estas unidades 3D se sitúa en unos 10 céntimos de euro.
De momento en los
primeros ensayos se ha conseguido eliminar más del 50% de contaminantes en sólo
una hora de exposición solar. Estas microestructuras están activadas con
diversas nanopartículas que mejoran sus funcionalidades de partida y por un
lado, explica, se han utilizado nanopartículas de sílica y alúmina que
favorecen que esas estructuras sean mecánicamente estables en el agua pero
además les dan resistencia hasta los 1.200 grados, con lo cual también pueden
dedicarse a la purificación de contaminantes gaseosos a temperaturas elevadas
si fuera necesario.
Por otro lado, se han
empleado nanopartículas de un fotocatalizador adecuado que elimina
eficientemente los compuestos tóxicos mediante la energía del sol, a través de
un proceso denominado oxidación fotocatalítica.
Dicho proceso consiste
en la destrucción de los contaminantes mediante el empleo de catalizadores adecuados
y radiación solar con el objeto de formar radicales hidroxilo, los cuales
posteriormente tendrán un efecto oxidante, entre otros, sobre los contaminantes
químicos.
Esta línea de
investigación está dirigida por los grupos de "Fotoquímica Aplicada" y
"Nano y Microingeniería de Materiales" coordinados por Pedro Esparza
y Juan Carlos Ruiz-Morales, respectivamente, del Departamento de Química de la
ULL.
Este trabajo también
forma parte de la tesis de la doctoranda Lorena Hernández y ha contado con la
participación de Ricardo Fernández y Selene Díaz, del grupo de "Nano y
Microingeniería de Materiales" de la ULL, Emma Borges del área de
Ingeniería Química y la empresa Print3D Solutions.