Foz de Lumbier, el 'Gran Cañón' del río Irati

Navarra puede presumir de ser una provincia pequeña pero de las más completas en lo que a ecosistemas se refiere. Solo le falta la salida al mar, pero de norte a sur es perfectamente posible pasar de las nieves perpetuas de los Pirineos al desierto de las Bardenas, pasando por huertas que son vergeles, valles increíbles, zonas de montaña y otras de calmados pastos. Y como solo faltan playas, no se echan en falta gargantas espectaculares, más verdes que el Cañón del Colorado e igual de espectaculares.

La que se lleva la palma es la Foz de Lumbier, uno de los desfiladeros más bonitos de España y que se encuentra en el noreste de la provincia, cerca de la frontera con Aragón. Por su valor medioambiental fue declarada Reserva Natural en 1987, un homenaje al trabajo erosionador durante siglos del río Irati, encargado de crear esta maravillosa y estrecha garganta de paredes de roca caliza de hasta 150 metros. Recorrerlas no es solo realizar una jornada de senderismo única, sino poder compartir espacio con aves como elbuitre leonado y el quebrantahuesos (sin duda, otro atractivo para realizar aquí una excursión, y es que, como son corredores estrechos donde el viento sopla fuerte, las aves aquí están encantadas).

Para visitar la Foz de Lumbier hay que llegar hasta el pueblo del mismo nombre y tomar una pista asfaltada que lleva a un aparcamiento que sirve como base de la excursión, ya que es una zona habilitada también con mesas e incluso barbacoas.

La Vía Verde y la Vía Blanca son las dos rutas propuestas. La primera es un trazado circular de pocos kilómetros, perfecta para familias con niños.Durante su recorrido se cruza la sierra de Leyre, las cuencas de Lumbier y también se sigue el antiguo trazado ferroviario utilizado por el tren del Irati (fue realizada para el paso del primer tren eléctrico de España, que transcurría entre Pamplona y Sangüesa de 1911 a 1955). La Blanca, también familiar, rodea la garganta por sus laderas.

Los que quieran visitarla al anochecer pueden realizar su propia ‘bat night’, y es que aquí hay una población de murciélagos compuesta por varias especies. La fácil accesibilidad del cañón permite verlos volar sin problema y es un espectáculo único.

Sin duda, una escapada única que le da aún más sentido a la imagen de Navarra como microcosmos de la diversidad medioambiental.