NAVARRA
Convento de las Concepcionistas Recoletas de Tafalla: su historia y cómo acabó en manos del Ayuntamiento
Viajamos a Navarra para conocer el origen de una de las construcciones más significativas que podemos encontrar en la Merindad de Olite.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Navarra, concretamente hasta un lugar verdaderamente impresionante y con mucho encanto como es el caso de Tafalla. Se trata de un municipio y ciudad situado en la Merindad de Olite, a poco más de 30 kilómetros al sur de Pamplona. Como no podía ser de otra manera, cuenta con un gran número de monumentos y construcciones sencillamente espectaculares, como es el caso del Convento de las Concepcionistas Recoletas.
El Convento de las Concepcionistas Recoletas de Tafalla, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que este convento fue fundado por Carlos Martín de Mencos y Arbizu en 1667 tras la disposición testamentaria de su mujer, María Turrillos. Eso sí, fue realizado por Domingo de Aguirre a partir del año 1674. Entre sus numerosos datos a tener en cuenta, hay uno que llama poderosamente la atención.
¿El motivo? Esta construcción se comunica interiormente con el Palacio de Mencos, y lo hace por una arcada de ladrillo ubicada sobre la actual carretera general. En la iglesia, hasta febrero de 2005, podíamos encontrar uno de los mejores ejemplos de manierismo navarro, a través de su impresionante retablo.
No podemos dejar de mencionar que fue realizado por Rolan de Mois y Pablo Ezchepers, reconocidos artistas flamencos. En noviembre de 2005, la Comunidad religiosa firmó una escritura de cesión de uso a precario de esta obra a la Ciudad de Tafalla. Así pues, el Retablo de Recoletas fue trasladado íntegramente a San Pedro, donde se colocó en la cabecera excepto el calvario. Este se situó en el coro del mencionado templo.

Es importante destacar que el retablo procede nada más y nada menos que del Monasterio de la Oliva, siendo un encargo que los monjes realizaron en 1571 a los artistas flamencos. Tras la desamortización, el Conde de Guendulain lo adquirió y no fue hasta 1858 cuando llegó a Tafalla. En cuanto a su iconografía, representa a la Asunción de la Virgen, el nacimiento de Jesús, la adoración de los Magos y hasta la Coronación de la Virgen. Todo ello flanqueado por San Bernardo y San Benito.
El Convento de las Concepcionistas Recoletas de Tafalla, a través de sus características
Esta construcción cuenta con una planta rectangular con unas dimensiones aproximadas de unos 60 metros por 46 metros. Se trata de un conjunto edificatorio propio de los que se erigían en aquella época. Entre otras cuestiones, destaca la iglesia que es típicamente barroca y cuenta con planta de cruz latina de nave única, así como una cabecera recta y un coro alto.
En cuanto al resto de dependencias, encontramos el patio de unos 20 metros cuadrados y, en torno a él, se articula el conjunto. El edificio como tal cuenta con dos plantas (acceso y primera planta), a las que hay que añadirles el semisótano. Lo más destacable, sin duda, es la fachada de acceso al convento, que es de estilo barroco y cuenta con grandes dimensiones.

No podemos dejar de mencionar que, en el año 2007, la orden religiosa de las Recoletas Concepcionistas se trasladó de edificio. Por lo tanto, fue una oportunidad única para que el Ayuntamiento de Tafalla adquiriese este inmueble. Desde entonces, a lo largo de los años, han llevado a cabo diferentes obras de restauración. Un claro ejemplo lo encontramos entre 2015 y 2020, cuando se rehabilitó el sepulcro de los fundadores del convento tras ser objeto de vandalismo.
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