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América Sur

Perú presenta el Gran Camino del Inca en Fitur

Qhapaq Ñan la ruta de un imperio

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Una asombrosa red de caminos que conectó el gigantesco territorio del Imperio incaico, un sistema de comunicación que permitió a los incas dominar nuevos territorios y asimilar nuevas culturas, un gran camino conocido como Tahuantinsuya con más de 30.000 kilómetros que une a seis países de Sudamérica. Una ruta que ya había sido establecida por otros pueblos 3.500 años a. C. y que hoy se rescata y se presenta como la gran novedad en el stand del país andino. Qhapaq Ñan o el Gran Camino inca abarca gran parte del territorio de Perú, un 37% del total. Recuperarlo para el turismo se ha convertido en una prioridad. Esta red vial se encuentra distribuida entre países como Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina, y se ha convertido en un símbolo de integración e investigación conjunta entre países hermanos, y como reconocimiento el Qhapaq Ñan ha sido declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad. Qhapaq Ñan es una ruta mítica que no tiene nada que envidiar a los Caminos Romanos de Occidente o a la Ruta de la Seda en el Lejano Oriente. Los más de 30.000 kilómetros que comunicaban entre sí al gran imperio inca, estaban bien organizados y formaban parte de un gran sistema. Caminos troncales o transversales que iban en paralelo a la sierra y del que salían ejes hacia la costa. Con puentes, muros de contención, drenajes, escalinatas y calzadas. La orogarfía del camino necesitó de mucho ingenio para sortear valles, cañones, montañas y ríos caudalosos. Hay puentes colgantes, de troncos, de piedra y hechos como balsas salpicando algunos tramos. Cada 20 o 30 kilómetros los Tambos, eran puestos estratégicos  que servían para el descanso y el hospedaje de los mensajeros oficiales llamados chasquis, las comitivas oficiales y los ejércitos. También a lo largo del camino, las Llactas eran centros administrativos que gestionaban de parte del gobierno todo el territorio. En tiempos de los incas, no todos podían transitar por estos caminos libremente. Solamente el Inca y su séquito, los altos funcionarios, los Curacas, el ejército, los Milimaes que trasladaban productos a los almacenes estatales o los Chasquis o mensajeros del gobierno podían recorrerlos. Realmente el territorio quedaba bien controlado y los mensajes llegaban de una punta a otra del territorio en tan solo doce días. El tramo más transitado de esta red es el camino a Machu Picchu que recorre la carretera del Valle Sagrado y termina en la ciudadela más famosa del mundo. Un recorrido que puede realizarse entre tres y cinco días y que atraviesa varios climas, desde la selva a 2.800 metros de altitud, hasta los 4.500 metros de altura en algunas cumbres, pasando por construcciones prehispánicas. Si te atreves a iniciar el camino para llegar a Machu Picchu merece la pena detenerse en Llactapata, el Templo Observatorio descubierto por Hiram Bingham, en Warmihuañusca una subida de cuatro horas hasta una cumbre a 4.200 metros de altitud, en Pacaymayo el segundo campamento del recorrido a 3.800 metros y en Wiñay Wayna una de las zonas urbanas más espectaculares en los alrededores de Machu Picchu. Otras rutas destacadas en el Camino del Inca son las que van de Junín a Lima, dos recorridos por el eje de Xauxa a Pachacamac que conectaban el camino principal de la sierra con el de la costa. El de Portachuelo hasta la Laguna Piticocha pasando por un camino prehispánico, la catarata Mullucocha, el nevado Pariacaca y la Reserva Paisajistica Nar Yauyos Cohas. Y el de Cochahuayco hasta Chamana. El Cusco Prehispánico, es otra de las rutas, desde su actualmente Plaza Mayor partían los caminos hacia las cuatro grandes regiones de Tahuantinsuya. Y en Cusco también hay tres tramos interesantes. El de Tambomacahy hasta Huchuyqosqo pasando por las lagunas de Piuray y de Qaricocha y el poblado de Pucamarca. La que recorre Raqchi hasta San Pedro pasando por el templo de Raqqchi, el volcán Kinsachata y la iglesia de San Pedro. Y el último recorrido es que que va desde Yanaoca hasta Q'eswachaka vivitando el sitio arqueológico y las cuevas de Harañahui, la zona de Percarotambo, el mirador del río, Apurimac y el puente Q'eswachaka. Conocer el Qhapaq Ñan o el Gran Camino Inca es comprender la historia de Perú y la magnitud de su herencia andina, y la de sus antepasados.

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