Es 1 de octubre de 2014. A medianoche, entra en vigor en Francia la ley Thévenoud, que regula de forma mucho más estricta las condiciones para convertirse en conductor de Uber, tres años después de la llegada de la empresa estadounidense a Francia, y prohíbe UberPop, el servicio que provocó un gigantesco movimiento de ira entre los taxis en Francia al permitir que todos se convirtieran conductor ocasional. Pero a las 8:30 de esa mañana, un inusual vehículo Uber aparca frente a la entrada del Ministerio de Economía y Finanzas, el lugar por donde pasan los invitados de Emmanuel Macron, flamante ministro del ramo designado apenas un mes antes y actual presidente de la República Francesa.

En el interior de una furgoneta hay cuatro pesos pesados ​​de Uber: Pierre-Dimitri Gore-Coty, el director de Europa Occidental, ahora a cargo de Uber Eats; Mark MacGann, el principal lobbista de la zona Europa-África-Medio Oriente; David Plouffe, exasesor de Barack Obama, recién nombrado vicepresidente de Uber; y el propio fundador y director general de la empresa, Travis Kalanick. Una hora más tarde, el grupo de presión salió atónito de la oficina de Emmanuel Macron: "En una palabra: espectacular. Inaudito", escribe Mark McGann en un informe enviado a sus colegas, en el que asegura que hay "mucho trabajo por venir, pero pronto estaremos bailando ;)". "Reunión de mega top con Emmanuel Macron esta mañana. Francia nos quiere después de todo", escribió también.

Esta reunión, que permaneció confidencial, no estaba en la agenda de Emmanuel Macron. Pero ahora hemos conocido esta información gracias aUber Files, la investigación liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el periódico The Guardian y que están publicando en España laSexta y El País. Los Papeles de Uber son una filtración de documentos internos de la compañía tecnológica que está revelando las estrategias oscuras de expansión de la empresa de servicios de movilidad entre los años 2014 y 2017.

En el caso francés, la empresa estadounidense empleó todas las recetas posibles de presión para tratar de obtener la desregulación del mercado en Francia. Sobre todo, estos documentos muestran hasta qué punto Uber encontró apoyo en Emmanuel Macron, quien unos meses después selló un "acuerdo" secreto con la empresa californiana para "garantizar que Francia trabaje para que Uber pueda trabajar en y para Francia".

Macron cortocircuita el Gobierno

Los líderes de Uber están aún más encantados con la muy cordial bienvenida que les ha dado el ministro de Economía teniendo en cuenta que el resto del gobierno es muy hostil con ellos. El presidente François Hollande se había reunido con Kalanick en febrero de 2014, pero nadie en el ejecutivo iba a defender a Uber. Arnaud Montebourg, predecesor de Emmanuel Macron en Economía, acusó directamente a Uber de "destruir negocios"; en el Ministerio del Interior, Bernard Cazeneuve –responsable de taxis– no oculta su hostilidad hacia el servicio, que opera al margen de la ley y es objeto de al menos cuatro investigaciones diferentes. Manuel Valls, entonces primer ministro, no muestra gran simpatía por Uber, y Alain Vidalies, ministro de Transportes, desconfía de la seguridad laboral de este servicio. Cuando recibe al Kalanick, Macron no puede ignorar que está cortocircuitando las decisiones de sus colegas en el Gobierno y de los diputados socialistas en la Asamblea.

El actual presidente de la República nunca ha ocultado su simpatía por Uber y su modelo, capaz, según él, de generar muchos puestos de trabajo, sobre todo para personas poco cualificadas: "No voy a prohibir Uber", dijo en el digital Médiapart en 2016, pues para él sería algo así como enviar a los jóvenes del extrarradio "a vender droga". Ya en 2014, Emmanuel Macron había defendido públicamente a Uber en una conferencia, donde dijo que su trabajo "no es ayudar a las empresas establecidas sino trabajar para los de fuera, los innovadores".

Pero los Papeles de Uber muestran cómo Macron fue casi más un socio que un mero apoyo en el ejercicio de sus funciones en Economía. Según uno de los documentos filtrados, Macron casi se disculpó por la ley Thévenoud en la reunión citada con los altos cargos de Uber. Según este mensaje, Macron supuestamente dijo que quería ayudar a Uber a "eludir" dicha ley.

La reunión de octubre de 2014 en Bercy, la sede de Economía, con Travis Kalanick es la primera de una larga serie de intercambios (al menos diecisiete) con el polémico fundador y director ejecutivo de Uber, quien dejó la junta directiva de la compañía en 2017 tras una serie de escándalos de acoso y conflictos con sus accionistas. Al menos diecisiete intercambios significativos (reuniones, llamadas, SMS) tuvieron lugar entre Emmanuel Macron o sus asesores más cercanos y los equipos de Uber en los dieciocho meses posteriores a su llegada al ministerio. Ninguno estaba en su agenda.

Un decreto a medida

Entre los documentos filtrados se revelan otra multitud de reuniones en los que se ve cómo Macron actuó a favor de Uber. Por ejemplo, facilitó que la empresa volviera a operar en la ciudad de Marsella, donde la aplicación estaba prohibida desde octubre de 2015.

El 21 de octubre de 2015 (7:47 p. m.), Macron recibió un mensaje de MacGann: "Estamos consternados por las restricciones en Marsella... ¿Podría pedirle a su gabinete que nos ayude a entender qué está pasando?". Macron contesta al día siguiente: "Lo investigaré personalmente. Permítame tener todos los hechos y decidiremos esta noche. Mantengamos la calma en este punto". Tres días después se tumbó la prohibición: podrían volver a funcionar, salvo los conductores que no estuvieran en regla.

Laurent Núñez, ahora coordinador de Inteligencia en el Palacio del Elíseo y asesor cercano de Macron, no ha querido responder a las preguntas de Le Monde, socio del ICIJ en esta investigación de Uber Files.

El acuerdo

Macron incluso negoció por Uber dentro del gobierno, y se lo contaba a los directivos de la compañía . El 3 de julio de 2015, Travis Kalanick escribió a E. Macron: "¿Podemos confiar en el primer ministro?", le dijo, a lo que Macron respondió que se había reunido con Cazeneuve, el primer ministro, quien le había asegurado que "los taxistas estén calmados y reunirá a todo el mundo la semana que viene para preparar la reforma. Caz ha aceptado el trato". Cazeneuve ha declarado al diario Le Monde que no estaba al corriente de dicho trato.

El "acuerdo" en cuestión, como lo llaman los ejecutivos de Uber Francia, se basa en un simple intercambio: a cambio de la suspensión de UberPop, Emmanuel Macron les promete una drástica simplificación de las condiciones necesarias para obtener una licencia VTC. Un "win-win" para Uber, cuyo servicio UberPop ya era ilegal.

¿Cuál fue la motivación de Emmanuel Macron para involucrarse con tanto ímpetu con la multinacional estadounidense? Una convergencia de puntos de vista políticos, primero, a favor de una rápida desregulación. Pero también cierta fascinación por Travis Kalanick. En el muy controvertido fundador de una de las empresas más "disruptivas" de la última década, el futuro presidente de la "nación start-up" vio, al parecer, una especie de doble. En la víspera de su primer encuentro, un colaborador de Uber relató así una discusión con su gabinete: "Emmanuel Macron está muy interesado en la historia de Travis". Con menos de 40 años y tras un éxito impresionante, Macron lo ve como un reflejo de sí mismo.

¿Continuaron estas buenas relaciones con la llegada de Macron al Elíseo? Según el registro de la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública, Macron se ha reunido con representantes de Uber ocho veces entre 2017 y 2022. En 2019, Dara Khosrowshahi, el sustituto de Kalanick, fue uno de los invitados distinguidos de la cumbre Tech for Good, organizada por Emmanuel Macron. Una reunión, esta vez sí, pública y anunciada a bombo y platillo.

Puedes seguir toda la información de Uber Files aquí en laSexta.com, en el especial informativo de este domingo a las 20h, y en toda la programación de laSexta en los próximos días.