90 DÍAS DE PLAZO
La tregua arancelaria entre Estados Unidos y China da aire a Apple
El acuerdo alcanzado hace unas horas da tranquilidad a los de Cupertino, que no se verán obligados de momento a aumentar sus precios.

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Aunque afecta a más fabricantes, es evidente que la cabeza visible de las consecuencias de la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump es Apple, la empresa tecnológica más valiosa del mercado. Con aranceles del 145% a las importaciones de China, la viabilidad de los iPhone, que se fabrican mayoritariamente en aquel país, se había visto muy comprometida. De hecho, Apple ha estado aprovisionando de stock a marchas forzadas sus tiendas en Estados Unidos para poder coger algo de aire y retrasar la subida de precios. Ahora Apple respira más aliviada aún, gracias a la tregua arancelaria acordada por Estados Unidos y China.
Aranceles más moderados durante 90 días
El acuerdo al que han llegado las administraciones de ambos países reducen los aranceles de Estados Unidos a China del 145% inicial al 30%. Mientras que en el caso de China a Estados Unidos estos ser reducen del 125% al 10%. Esta reducción de los aranceles entrará en vigor a mediados de esta semana, el 14 de mayo, y se extenderá tres meses hasta mediados del próximo mes de julio.

Además de este acuerdo, se ha establecido un mecanismo de consulta formal que mantendrá a ambas administraciones en contacto para poder abordar los cambios que seguro llegarán en este aspecto en el futuro. Por tanto, el objetivo ahora es que durante estos tres meses ambos países negocien un acuerdo definitivo que permita a ambas partes imponer unos aranceles proporcionados.
¿Cómo afecta esto a Apple?
Obviamente, estamos hablando de diferencias sustanciales en los aranceles a los que tiene hacer frente Apple a la hora de importar sus iPhone fabricados en el país asiático. Se trata de una reducción de aranceles del 115%, que obviamente tienen un impacto muy positivo en la firma californiana. Lógicamente, falta por saber qué ocurrirá el próximo mes de julio, pero lo más normal es que termine habiendo un acuerdo por el que seguramente Apple pueda seguir operando con un margen de precio similar al actual, incluso con los nuevos aranceles.

De esta manera se reduce la incertidumbre alrededor de la marca californiana y de su gama de iPhone. Y es que se habían rumoreado fuertes subidas de precio para sus iPhone, que en algunos casos concretos podrían llegar moverse en horquillas de precio de entre 2000 y 3000 euros con los aranceles máximos impuestos hasta ahora. Con esta nueva medida, Apple podrá seguir fabricando sus iPhone en China con un coste más bajo, y, por tanto, unos márgenes de beneficio más amplios. También la cadena de suministro ahora estará más centrada y menos susceptible a posibles reducciones de pedidos por parte de Apple por la tensión de los aranceles.
Y al final, lo más importante, es algo que se debe ver reflejado en el precio, no solo de los iPhone en Estados Unidos, sino también en Europa. Porque obviamente de haber aumentado los precios por los aranceles entre Estados Unidos y China, tendría que haber compensado la pérdida de competitividad en otros mercados como el europeo. Se trata de 90 días de tranquilidad para Apple, que ahora podrá aumentar su stock de iPhone sin costes adicionales, anticipándose a una posible quiebra de las negociaciones antes de julio.
Una vez más, la estrategia de confrontación de Donald Trump, y sus aranceles máximos iniciales, da como resultado una negociación más o menos rápida y a la baja, en este caso con China. Esperemos que las aguas vuelvan a su cauce, y que tanto Apple como otras grandes tecnológicas no tengan que trasladar sus sobrecostes a sus clientes. Y sobre todo que los iPhone 17 no lleguen en septiembre con un sobrecoste difícil de asumir para los consumidores.
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