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Urano y Neptuno podrían no ser "gigantes de hielo" como se creía

Un estudio reciente sugiere que la composición interna de estos planetas es más compleja y quizás dominada por roca.

Urano y Neptuno

Urano y NeptunoNASA, ESA, A. Simon (Centro de Vuelo Espacial Goddard) y MH Wong (Universidad de California, Berkeley) y el equipo OPAL

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Una nueva investigación científica está cambiando lo que muchos pensaban sobre Urano y Neptuno, los dos planetas más lejanos del sistema solar. Durante décadas, estos mundos azules han sido clasificados como "gigantes de hielo" debido a la idea de que su interior tenía grandes cantidades de hielo como agua, amoníaco y metano. Sin embargo, los resultados de este estudio plantean que esa etiqueta podría no ser del todo correcta.

El trabajo fue realizado por investigadores de la Universidad de Zúrich, que usaron un modelo matemático avanzado para analizar cómo podrían ser los interiores de estos planetas con los datos disponibles.

En lugar de limitarse a asumir que Urano y Neptuno tienen mucha hielo, los científicos exploraron diferentes combinaciones posibles de roca, agua y gases. Descubrieron que no es necesario que estos planetas sean ricos principalmente en hielo para explicar sus características observadas. En algunas versiones de los modelos, incluso la roca podría ser un componente importante de su estructura.

Urano, fotografiado por la sonda Voyager 2 en 1986
Urano, fotografiado por la sonda Voyager 2 en 1986 | NASA/JPL

El estudio también aporta ideas sobre los campos magnéticos extraños de Urano y Neptuno, que no actúan como el de la Tierra ni siguen un patrón simple de polos norte y sur. Según los nuevos modelos, capas profundas de agua en forma iónica podrían ayudar a generar estos campos complejos. Sin embargo, los científicos reconocen que aún hay muchas incertidumbres porque no se tienen mediciones directas del interior de estos planetas.

Este hallazgo invita a reconsiderar cómo clasificamos los planetas gigantes en el sistema solar y podría influir también en cómo entendemos mundos similares alrededor de otras estrellas. Aunque todavía se necesitan más datos, como los que podrían aportar futuras misiones espaciales, este estudio muestra que Urano y Neptuno siguen siendo un misterio fascinante para la ciencia.

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