SALUD Y ALIMENTACIÓN
El estudio más grande de su tipo destaca los beneficios y riesgos de las dietas veganas en menores
Se trata de un análisis que contempla 18 países y unos 40.000 niños y niñas.

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En los últimos años, las dietas basadas en plantas han dejado de ser una rareza para convertirse en una elección habitual en hogares de todo el mundo. Las razones varían: desde la salud y el bienestar hasta la ética animal o la sostenibilidad ambiental. Pero cuando se trata de menores de edad (en pleno desarrollo, con necesidades nutricionales específicas y elevadas) surge una pregunta inevitable: ¿puede una dieta vegetariana o vegana sostener un crecimiento sano?
Un nuevo y exhaustivo meta-análisis internacional (59 estudio de 18 países) acaba de ofrecer la respuesta más completa hasta el momento. El estudio, publicado en Critical Reviews in Food Science and Nutrition, analizó datos de más de 48.000 niños y adolescentes que seguían dietas omnívoras, vegetarianas o veganas en 18 países. Sus conclusiones despiertan prudencia, pero también aportan claridad: sí, las dietas basadas en plantas pueden apoyar un crecimiento saludable, siempre que estén bien planificadas y cuenten con la suplementación adecuada.
Las cifras muestran la magnitud del estudio: 7.280 niños seguían dietas lacto-ovo-vegetarianas, 1.289 eran veganos y 40.059 omnívoros sirvieron como comparación. Es, directamente, la revisión más grande y detallada sobre alimentación vegetal en menores de 18 años.
Una de las conclusiones más relevantes es que los niños vegetarianos consumen más fibra, hierro, folato, vitamina C y magnesio que los omnívoros, pero menos energía, proteínas, grasa, vitamina B12 y zinc. En el caso de los niños veganos, el patrón es similar y a veces más pronunciado.
"Notablemente, la vitamina B12 no alcanzó niveles adecuados sin suplementación o alimentos fortificados, y la ingesta de calcio, yodo y zinc se situó a menudo en el extremo inferior de los rangos recomendados, convirtiéndolos en nutrientes clave a considerar en niños con dietas vegetales – señala Jeannette Beasley, líder del estudio -. Los niños veganos, en particular, tuvieron una ingesta especialmente baja de calcio".
Pero el estudio también revela el otro lado de la balanza: la salud cardiovascular infantil parece beneficiarse de las dietas vegetales. Los niños vegetarianos y veganos mostraron niveles más bajos de colesterol total y LDL, el llamado "colesterol malo".
Aun así, este no es el único platillo de la balanza, si de peso hablamos. Los resultados muestran que los menores que siguen dietas vegetarianas y veganas tienden a ser más delgados que sus pares omnívoros. Esto puede interpretarse como una ventaja (menor riesgo de sobrepeso) o, en algunos casos, como una señal de necesidad de mejor planificación dietética.
Los vegetarianos resultaron ser ligeramente más bajos y con un índice de masa corporal (IMC) menor. Los veganos también mostraron estaturas algo inferiores y valores de IMC más bajos.
"Nuestro análisis sugiere que las dietas vegetariana y vegana, bien planificadas y adecuadamente suplementadas, pueden cubrir los requerimientos nutricionales y apoyar un crecimiento saludable en los niños", añade la coautora Monica Dinu.
Los autores insisten en que no se debe desalentar a las familias que optan por estas dietas. La cuestión no es si una dieta vegetal es válida, sino cómo se construye. Todas las evidencias indican que, con guía profesional y suplementación adecuada, pueden ser perfectamente compatibles con un desarrollo infantil sano.
"Esperamos que estos resultados ofrezcan una guía más clara sobre los beneficios y los riesgos potenciales de las dietas basadas en vegetales, ayudando al creciente número de padres que las eligen por razones de salud, éticas o ambientales", confirma Dinu.
Sin embargo, el propio estudio reconoce limitaciones: muchas investigaciones incluidas eran transversales, con metodologías y poblaciones muy diversas. Por eso, piden más estudios de largo plazo que permitan recomendaciones más precisas.
"Mientras que las dietas vegetarianas y veganas bien planificadas son adecuadas y beneficiosas para adultos, existe mucha menos claridad sobre su idoneidad para niños, lo que lleva a consejos inconsistentes o incluso contradictorios – concluye Wolfgang Marx, coautor del estudio -. Nuestros hallazgos sugieren que es esencial un enfoque equilibrado, prestando especial atención a ciertos nutrientes (particularmente vitamina B12, calcio, yodo, hierro y zinc) para asegurar que los niños obtengan todo lo que necesitan para prosperar".
Así, las conclusiones indican que las dietas veganas o vegetarianas pueden sostener un crecimiento sano, pero exigen más planificación que una dieta omnívora. También que es fundamental la suplementación de B12 es imprescindible. Conocida como cobalamina, está directamente implicada en la producción de glóbulos rojos, crear ADN y mantener sanas las células nerviosas y el sistema nervioso, ayudando a convertir los alimentos en energía. Todos factores fundamentales durante el crecimiento.
Junto a ello también recomiendan vigilar el peso y el crecimiento en general, en vegetarianos y veganos en la parte baja del percentil e informarse para hacerlo con las características de los menores en mente: no vale el "comen lo mismo que nosotros". Tienen otras necesidades.
En un momento en el que el interés por las dietas vegetales no deja de crecer, esta nueva revisión aporta lo que hacía falta: una brújula científica que no demoniza ni idealiza, sino que explica con rigor qué necesita un menor para su desarrollo y cómo puede obtenerlo también de una dieta vegetal bien construida.
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