CON 395 MILLONES DE EUROS

Estas son todas las preguntas que la ciencia quiere responder en 2024

El Consejo Europeo de Investigación ha seleccionado a 37 grupos de investigación para resolver algunas de las incógnitas que más se han empeñado en eludir al mundo científico.

Investigador en laboratorio

Investigador en laboratorioiStock

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Los científicos concuerdan que aún nos quedan por descubrir más dinosaurios de los que hemos desenterrado. Más del 80% de los océanos sigue siendo un misterio, lo que significa que desconocemos el 60% del planeta. El origen de la materia oscura, por qué dormimos (sabemos para qué, pero aún no la razón, solo el propósito), por qué algunos animales regresan al sitio donde nacieron…

Con esto en mente, treinta y siete grupos de investigación recibirán 395 millones de euros en total para abordar algunos de los problemas de investigación más formidables del mundo que abarcan una variedad de disciplinas científicas. La financiación ayuda a grupos de investigadores destacados a aunar diferentes habilidades, conocimientos y recursos para ampliar las fronteras de nuestro conocimiento. Todo esto se llevará a cabo en el marco de las becas ERC Synergy Grant, parte del programa de investigación e innovación de la UE, Horizonte Europa.

"Algunas cuestiones científicas son demasiado complejas para que las aborden investigadores que trabajen por su cuenta – explica Iliana Ivanova, del Consejo Europeo de Investigación (ERC por sus siglas en inglés), en un comunicado -. Desafíos como el cambio climático o el envejecimiento abarcan disciplinas de investigación y requieren diversos métodos, habilidades y recursos. Esta es la razón por la que se han concedido 37 subvenciones Synergy, que permiten a pequeños grupos de investigadores de primer nivel que trabajan en distintas disciplinas, abordar problemas graves".

Entre las preguntas que intentarán responder se encuentran algunas de las más acuciantes para la ciencia y nuestro futuro. Y el del planeta. ¿Es posible mitigar el riesgo de desastres volcánicos sorpresa? ¿Los murciélagos guardan el secreto de la salud y la longevidad? ¿Puede el análisis del habla predecir y prevenir episodios psicóticos mentales? ¿Y cómo perciben las plantas el agua? ¿Puede esto ayudarnos a diseñar cultivos resilientes al clima?

"Los proyectos seleccionados son ejemplos brillantes de pensamiento científico audaz y espero con impaciencia los resultados de estos esfuerzos de colaboración – añade Maria Leptin, presidenta del ERC -. También me alegra ver que algunos investigadores europeos colaboran con colegas de varios continentes. Juntos, están bien equipados para abordar las importantes cuestiones científicas a las que nuestro mundo anhela encontrar respuestas".

En total se presentaron 395 propuestas y en los 37 proyectos ganadores participan 135 investigadores que llevarán a cabo sus proyectos en 114 universidades y centros de investigación en 19 países, tanto de Europa como de otros continentes y más allá. Cinco de estos proyectos se llevarán a cabo en España.

Esta no es la primera vez que se otorgan estas ayudas y las innovaciones que han permitido becas anteriores se encuentran en todas las áreas. Gracias a ellas se ha descubierto que los impulsos eléctricos que se producen naturalmente en el corazón algún día podrían usarse para detectar y reparar latidos cardíacos irregulares conocidos como arritmias.

También se han rediseñado plantas para aumentar su productividad y se ha investigado en cómo las redes sociales afectan la salud mental de los menores de 13 años. Pero los proyectos españoles que han recibido estas becas en el pasado, son igual o más sorprendentes. Van desde la física del jazz, otorgado al Instituto de Ciencias Fotónicas, biosensores para controlar enfermedades (una investigación del Instituto de Bioingeniería de Cataluña) o una recreación de nuestros orígenes en el polvo de las estrellas (investigación del CSIC).

En total 25 proyectos que buscan encontrar respuestas y este es uno de los grandes desafíos de la ciencia actual: no las respuestas en sí, sino las preguntas nuevas que aún nadie se ha hecho y que propiciarán el avance del conocimiento. Ese es el gran desafío de la ciencia actual: crear las preguntas del futuro.

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