CONTROLAR LA TEMPERATURA

Así es como puedes dormir sin frío sin necesidad de enterrarte en mantas

Hay alternativas más eficientes y en las que no están incluidas el uso de calefacciones.

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Parecía que no pero definitivamente ha llegado el frío. Estamos seguros de que muchos estarían deseando sacar por fin el jersey o el abrigo del armario y salir a la calle con ellos. Pero, como todo, también tiene su parte no tan buena y es que pasar frío durante la noche, por ejemplo, tampoco es plato de buen gusto.

Mucha gente recurre a las mantas y se "entierran" en una montaña de mantas para pasar la noche. Sin embargo, puede que el peso de estas resulte desagradable o que pasemos de un exceso de frío a uno de calor. Por eso, aquí te traemos unos cuantos trucos para dormir cuando hace frío sin recurrir a las mantas.

Temperatura corporal

De noche, por lo general, todos tenemos más frío. Esto no se debe solo a que las temperaturas en el exterior sean más bajas ya que nuestra temperatura corporal también baja. En general, la temperatura, que tiene su máxima alrededor de las 16:00 horas, empieza a descender poco a poco cuando dormimos, alcanzando su mínimo sobre las 06:00 horas, para empezar a subir otra vez.

Si nuestra temperatura baja tanto, es porque es un factor necesario para que nuestro organismo entienda que ha llegado la hora de dormir. Por eso, tratar de subirla artificialmente puede ser contraproducente. No quiere decir que haya que dormir con frío, sino que debemos mantener las estancias a una temperatura adecuada que, según los expertos, ronda los 18ºC.

Utilizar calcetines

Como hemos mencionado, utilizar mantas puede provocar que pasemos de un exceso de frío a uno de calor si no las utilizamos correctamente (es recomendable comenzar con la cantidad mínima de mantas e ir añadiéndolas poco a poco si es necesario). Por ello, una muy buena opción es utilizar calcetines.

Un fenómeno fisiológico que indica a nuestro cerebro que ha llegado la hora de dormir es la dilatación de los vasos sanguíneos de las manos y los pies. Esto favorece que llegue un mayor suministro de sangre a la superficie de la piel, de manera que se pueda perder calor a través de ella y regular la temperatura corporal para que sea la justa y necesaria para un sueño confortable. Por tanto, usar calcetines para dormir nos mantiene calientes y dormimos mejor.

Calentar la cama

Por último, calentar la cama antes de dormir puede resultarnos muy útil para pasar una noche sin frío. Esto se consigue por ejemplo metiendo bolsas de agua caliente bajo las mantas. Así, cuando vayamos a dormir notaremos una temperatura muy agradable, pero sin un calentamiento excesivo.

En conclusión, es preferible ir aumentando la temperatura poco a poco dependiendo de si vamos teniendo más frío o menos ya que, aumentar en gran cantidad la temperatura de golpe puede provocar el efecto contrario y conseguir que no conciliemos el sueño, esta vez por el calor.

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