EFECTOS MÁS ALLÁ DE LA PÉRDIDA DE PESO
Ozempic, ¿fármaco milagro o resultados imprevisibles?
Este popular fármaco ha demostrado ser efectivo para la diabetes de tipo 2, el sobrepeso y los accidentes cerebrovasculares, pero sus efectos secundarios no siempre compensan. Y, a menudo, se desconocen.

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Algunos lo llaman serendipia y otros, ciencia. La realidad es que muchas veces no sabemos para qué servirá un invento o un nuevo hallazgo, pero está en nuestra naturaleza explorar. Ocurrió con algo tan cotidiano como los post-it: el desarrollo de un pegamento que conserva su adherencia tras varios usos, aunque no destaca por su fuerza, propició la creación de estas notificaciones.
Algo similar ha ocurrido con varios fármacos. La popular viagra estaba destinada, originalmente, para tratar la hipertensión arterial, ahora utilizada para la disfunción eréctil. La talidomida, un tratamiento para las náuseas matutinas que puede haberse convertido en un aliado contra el cáncer.
Y luego tenemos al muy actual Ozempic, un fármaco desarrollado originalmente para tratar la diabetes tipo 2. Básicamente este medicamento apunta directamente a la hormona GLP-1, cuya función se ve alterada en personas con diabetes y provoca problemas con el control de la glucemia. Ozempic y otros agonistas del GLP-1 funcionan como tratamientos al imitar los procesos naturales del organismo. Pero...
Ozempic también está demostrando otras cualidades. Desde que fue aprobado por la FDA (Administración de Fármacos y Alimentos) en 2017 y por la Agencia de Medicamentos de la UE en 2018, se han llevado a cabo numerosos estudios que muestran efectos desconocidos. Positivos y también negativos, así que...
En esta esquina, disponible en forma de inyección y píldoras, tenemos a Ozempic. Un fármaco capaz de reducir (notablemente según muchos influencers) nuestro peso, algo que le llevó a la fama recientemente. Pero también cuenta con la capacidad de disminuir el impacto de un ictus, prevenir accidentes cerebrovasculares o tratar el daño crónico a los riñones.
Y, en esta otra esquina, tenemos a Ozempic (idénticas cualidades y nombre que el anterior), pero con efectos secundarios vinculados a problemas gastrointestinales, parálisis estomacal, pancreatitis, deshidratación severa, síndrome de abstinencia y hasta problemas cardíacos.
¿Empate técnico? No tanto. Para determinar los efectos secundarios de un nuevo fármaco, se deben realizar numerosos ensayos, pero se necesitan entre 10 y 15 años para determinar si los efectos a largo plazo son leves o demasiado amplios. Ozempic comenzó sus ensayos en 2008. Menos de una década después ya se había aprobado su uso... para pacientes con diabetes. Luego esa aprobación se extendió para otros casos.
Esto significa que aún no sabemos con certeza los efectos que puede provocar Ozempic en quienes lo utilicen con otros propósitos más allá de la diabetes inicial. Si bien ha demostrado ser efectivo en cuanto a pérdida de peso, no es lo mismo utilizarlo para perder cinco kilos que como tratamiento a largo plazo para la obesidad. Cuando fue lanzado al mercado, el 90% de Ozempic se recetó para la diabetes tipo 2. Actualmente la cifra apenas llega al 50%, mientras que las ventas han aumentado hasta un 500%, la mayoría para "perder unos kilos".
Tanto es así que los laboratorios responsables de su desarrollo no dan abasto y ha comenzado a surgir una cadena de falsificaciones y productos no regulados que ha llevado a la propia Organización Mundial de la Salud a emitir una advertencia al respecto.
Y aquí es cuando surge el verdadero dilema: ¿vanidad vs. necesidad médica? Mientras muchos pacientes necesitan Ozempic por sus efectos en el tratamiento de la diabetes o para prevenir accidentes cerebrovasculares, como mencionábamos al principio, la realidad actual es que se esté utilizando por razones estéticas en lugar de por necesidad médica.
A esto hay que sumarle el problema de los efectos a largo plazo, la necesidad de investigar en mayor profundidad las interacciones en personas que no tienen sobrepeso o diabetes y sus consecuencias y, también, la responsabilidad de quienes, a través de redes sociales, lo recomiendan sin ningún tipo de conocimiento.
La solución es mucho más compleja de lo que pensamos porque no solo se limita a la parte farmacológica o clínica, también a la responsabilidad social. Aunque cierta esperanza podría llegar de la mano de la ciencia y un nuevo hallazgo, gracias a una alternativa natural.
Recientemente un equipo de científicos de la Universidad de Jiangnan (China) ha identificado una forma de regular, de forma natural, los niveles de azúcar en sangre de forma similar a medicamentos como Ozempic. Los hallazgos se han publicado en Nature.
Los autores descubrieron que la clave para regular este proceso natural reside en un microbio intestinal y sus metabolitos (los compuestos que produce durante la digestión). Al aumentar la abundancia de este microbio intestinal en ratones diabéticos, los autores, liderados por Shenglong Zhu, demostraron que pueden regular la secreción de una hormona similar al GLP-1.
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