Todos usamos WhatsApp, pero nadie habla de lo rentable que es Line

El mundo de las apps de mensajería es complicado. Todos sabemos que WhatsApp es el rey, y que a su lado se sienta Messenger, su fiel escudero. Ambos son parte de Facebook, de forma más o menos integral, así que no compiten entre sí.

¿Qué aplicación puede disputarles su Trono de Hierro a estos dos grandísimos nombres? Puede que os sorprenda, pero Line parece la aplicación de mensajería más fuerte a nivel global para afrontar semejante reto.

Muchos diréis: “Pero eso no tiene sentido”, y sobre el papel, la verdad es que suena difícil de creer. WhatsApp tiene más de 1.000 millones de usuarios. En comparación, Line tiene 240 millones de usuarios en Japón y otra zonas de Lejano Oriente; y WeChat tiene unos 700 millones, principalmente en China.

WhatsApp se ha convertido en el blanco idóneo contra el que centrar esfuerzos. Line ha vuelto a convertirse en un contendiente en la lucha por hacerse con el trono a la mejor aplicación de mensajería, como lo demuestra la salida a bolsa de la aplicación. Se producirá este mismo jueves y va a ser uno de los movimientos más importantes dentro del sector de la tecnología en terreno bursátil. ¿Qué pasa aquí entonces?

Sencillamente, Line ha sabido rentabilizarse mucho mejor que las demás. Para empezar, fue la app que innovó con las pegatinas (stickers), esos dibujos gigantes y animados que ahora tienen todas las apps del mundo, empezando por Messenger, y a excepción de WhatsApp.

Mucha gente se quedó con la app por este detalle tonto, pero en el sur de Asia, el triunfo de Line se debe al resto de servicios que ofrece: tiene 35 apps distintas, desde juegos hasta apps de retoque fotográfico.

Tanto las pegatinas como las apps como otros servicios tienen micropagos, por lo que la gente se baja gratis la app de mensajería, pero acaban pagando por otras vías. Esto no es algo que tengan WhatsApp ni Messenger, por ejemplo, y reportaron a Line mil millones en beneficios en 2015. Solo en pegatinas, ganaron 270 millones.

El problema es que en Europa y EEUU no terminó de cuajar como servicio. Personalmente, la uso para hablar con un grupo de amigos que estamos locos con las pegatinas que tiene Line. Recientemente, han incluido de Pokémon y todo, así que podéis entender que algunos pasemos por el incordio de usar dos apps para hablar, una para hablar con el resto del mundo, que es WhatsApp; y otra para hablar como más nos gusta entre nosotros.

No todo el mundo funciona así, claro, pero Line quiere empezar a cambiar esta situación, empezando por una salida a bolsa de más de mil millones de dólares. Si consiguen atención y dinero suficiente, podrán volver a invertir en marketing y en acercamiento en las zonas donde más lo necesitan.

Japón está dominado, pero España, por poner nuestro ejemplo, es territorio comanche para esta gente. Por mucho que hicieran un anuncio con Hugo Silva y Michelle Jenner hace unos años, así no es como se consigue que la gente se cuente su vida por su aplicación.

Line tiene otros problemas por delante. Por ejemplo, depende mucho de los juegos ligados a su aplicación, que son alrededor del 40% de sus beneficios actuales y que en Europa y EEUU no sabe nadie cómo pueden funcionar. Si consigue sobreponerse a estos retos, podríamos ver una situación interesante en el aburrido mundo de las apps de mensajería, que lleva demasiado dominado por los mismos jugadores desde hace años.