Tor: una historia de Carles Porta

Las dos muertes violentas que mancharon el nombre de Tor para siempre antes del de Sansa: el día en el que casi matan a Palanca

El enfrentamiento entre Ruben Castañer y Palanca fue recrudeciéndose conforme pasaban los días hasta puntos insospechados. El 3 de julio de 1980, todo estalló.

Los dos asesinatos que mancharon el nombre de Tor para siempre antes del de Sansa: el día en el que casi matan a Palanca

"Contrataron a dos tíos que los tenían en la casa de la madre de Cerdà, Casa Peretona. Estaba dicho y lo decían: 'Se tiene que matar a Palanca'. Hasta que dijeron: 'Bah, a por él'". Así relataba el propio Palanca ante Carles Porta cómo vivió él el día en el que su vida corrió auténtico peligro. El día en el que los guardaespaldas de Ruben Castañer acabaron con la vida de dos de sus mozos en una pelea. El periodista reconstruye aquella trifulca hoy en este quinto episodio de 'Tor', el true crime que emite laSexta.

Sucedió el 3 de julio de 1980. Las tensiones entre el bando de Palanca y el bando de Sansa y Castañer habían llegado a un punto máximo. No muy lejos en el tiempo, una comida de hermandad, institucional, para celebrar la construcción del camino que unía Tor con Andorra, casi acababa también trágicamente tras un tenso desencuentro. Incluso hubo algunos disparos. Los políticos se marcharon de allí y no volvieron nunca más. Los detectives de Ruben se marcharon de Tor por miedo a Palanca. Pero el agente inmobiliario contrató nuevos guardaespaldas.

La situación fue tensándose hasta que todo estalló aquella tarde.

Cuando los hombres de Ruben mataron a los mozos de Palanca

"Nosotros estábamos aquí. Palanca tenía a aquellos dos chicos alquilados para trabajar en el bosque", rememoraba Sisqueta, madre de Pili. Los hombres de Ruben estaban esperando a que llegaran en la "puerta de la Pereta". "Aquí, tres señores: Ruben, Miró y Dionisio. Aquí, el primer saludo, un golpe en la cabeza. Quedé como atontado. Allí había una zanja. Caí allí. Oí un tiro", contaba Palanca.

"Me levanté y me fui corriendo hacia mi casa. 'Se ha escapado ese hijo de puta de Palanca, se escapa'. Esto lo dijo Ruben", asegura el vecino de Tor. "La primera sangre fue la mía en el suelo", decía por contra el agente inmobiliario. Él aseguraba que lo habían llevado a "una encerrona". "A alguna persona de Tor le gustaba matar a la gente a palos. Como a muerto Montané (Sansa)", insinuaba. "Allí me esperaban para matarme, como a un conejo, como han matado a Montané, porque no han tenido 'bemoles' como hombres de jugársela de hombre a hombre. Pero es que ese cabrón cobarde mata así. O acojona a la gente así", aseguraba.

Las consecuencias de aquel trágico día

Después de aquello, los vecinos de Tor dormían con la escopeta debajo de la almohada, aseguraba un amigo de Palanca.

Dionisio Rodrigo y Ramón Miró fueron condenados a ocho años de cárcel cada uno por los homicidios de Miguel Aguilar y Pedro Liñán, los mozos de Palanca.

A Ruben Castañer lo condenaron a indemnizar a las viudas con 10 millones de pesetas, pero nunca pagó.

Los hechos marcaron para siempre a Tor. Los inversores extranjeros se marcharon tras los asesinatos.

*Puedes ver la serie completa de 'Tor: una historia de Carles Porta' en atresplayer.com.