"Quiero que me acompañéis en esta intrigante historia", anuncia Cristina Pedroche. Se trata del misterioso caso del auricular desaparecido y todo empezó cuando el protagonista de los hechos se dio cuenta de que le faltaba uno de sus auriculares. "¿Qué había pasado? ¿Se trataba de un robo? ¿La Roomba se lo había tragado por accidente?", se pregunta la de Vallecas. Pues lo cierto es que no, se lo había tragado el perro: "Dio con su cara de culpabilidad, sus ojos esquivos, cabeza gacha y no tuvo duda". De hecho, a los días apareció el auricular en la "caca del perro".

Pero no es el único caso, otro hombre descubre que su perro se ha comido los cascos después de conectarlos y hacer que sonara la música que, para su sorpresa, empezó a escucharse desde el estómago de su mascota. Puedes ver el momento en el vídeo principal de la noticia.