El bostezo es una reacción muy frecuente en el ser humano, de los que Boticaria García destaca una curiosa cualidad, son "más contagiosos que el virus de la gripe". Esta explica que hay una explicación científica muy aceptada sobre por qué se produce y tiene que ver con las neuronas espejo.

Se trata de neuronas que se activan cuando una persona o un animal hacen lo mismo que están viendo hacer a otro. "El punto de unión entre el bostezo y las neuronas espejo se puede llamar bostezo contagioso y es una respuesta fisiológica que tenemos en común con los macacos", comenta.

Esto se ha observado en chimpancés y parece estar ausente en leones, indica la experta, y expone que se apoya la idea de que "el bostezo contagioso afecta a los humanos y a las especies más avanzadas, con más empatía".

Sin embargo, afirma que en los niños no hay contagio de bostezo antes los cinco años porque este "depende de los mecanismos que se desarrollen en la infancia en paralelo a la capacidad de la empatía para entender los estados mentales de otras personas", sostiene.

Aunque el bostezo sí que está presente en el ser humano desde la semana 12 de embarazo y apunta que una teoría es que los niños bostezan con más frecuencia que los adultos porque se mueven más y tienen más sueño.