Es el caso de Marisol, que muestra a las cámaras de La Sexta Noche su lugar de trabajo: Es un comedor social donde trabajo los fines de semana y es un tema muy especial para mí. Al principio fui a buscar ayuda porque tengo tres hijos y soy separada, necesité la ayuda de ellos, me gustó, plantearon lo del comedor social y al final me queda".

El procedimiento para dar comida a las personas que pasan por el centro es siempre el mismo: "A ellos se le da la entrada a las 13 horas, les decimos que pueden pasar , toman su asiento y es como si fuera un restaurante. Hoy por ejemplo estoy preparando garbanzos de primer plato con chorizo y panceta. Antes era ayudante de cocina, pero cocinar para tanta gente es más difícil. Para cocinar tengo claro que ante todo soy creyente y cristiana, él me dice tanto de esto, tanto de lo otro, hay una vocecita que me va diciendo cómo cocinar".

El comedor social está dirigido por Silvia, una joven que gestiona el proyecto con mucha ilusión y profesionalidad: "Hay cuatro zonas, la idea es que los que hacemos de camareros y camareros tengamos una zona de trabajo más concreta para poder atender de manera más personalizada y de más calidad. Tenemos un equipo de voluntarios estupendo, sin ellos no podría funcionar el trabajo que hacemos".

Marisol tiene muy claro el motivo por el cual está trabajando en un lugar así: "Hago esto por amor, esto es mi vida, es un motor que me inspira todos los días. Trabajar para esta gente es lo más grande".

El mayor drama está en las casas con niños que no pueden ser mantenidos: "Vienen muchas familias con niños pequeños, eso es muy triste. Hemos conocido el caso de un matrimonio con tres hijos que comían arroz, macarrón y espaguetis con sabor a laurel, solo eso".

Dolores y su hija son algunas de las personas que visitan el mencionado comedor social. "Vengo con mucha frecuencia, también he sido voluntaria, aquí atienden a las personas como si vinieran a un restaurante". Fernando es otro de los fieles a la comida que prepara Marisol: "Tengo una pensión no contributiva y se me agotan los alimentos así que tengo que venir por aquí. El mes es muy largo y no me llega el dinero. Estoy buscando trabajo y el trabajo no aparece".

A pesar de ser testigo a diario de innumerables dramas, Marisol no pierde la esperanza: "Espero que el próximo fin de semana venga menos gente , eso querrá decir que habrán encontrado una solución a sus problemas".