Tiffany Dover, la jefa de enfermería del CHI Memorial Hospital de Chattanooga, Tennessee, se desmayó en una rueda de prensa tras ponerse la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. El vídeo muestra el momento en el que la joven, tras ponerse la vacuna, pide "perdón al alejarse de los micros por encontrarse mal y, en ese instante, se desmaya ante las cámaras de televisión, por lo que sus compañeros acuden a socorrerla.

Sin embargo, en laSexta Noche aclararon que no fue por un efecto secundario de la vacuna. "Precisamente, ponemos estas imágenes porque esto luego corre por las redes con una explicación completamente distinta y es cuando hacemos daños. Vamos a contarles la verdad", afirmó Iñaki López.

En este sentido, el virólogo José Antonio López, señaló que "cuando nos estemos vacunando millones de personas, por estadística, algunos de ellos al día siguiente van a tener un accidente o un golpe de calor y no se pueden asociar esos casos con la vacunación".

"Hay que tener mucho cuidado porque nos jugamos mucho. Si todos nos pusiéramos penicilina, habría muertos, y eso no desmerece para nada lo que es el logro de la penicilina. Va a haber algunos casos de alergias. Pero esto ni siquiera es una reacción alérgica", señaló López.

Por su parte, el doctor Julio Mayol indicó que "en el servicio militar cuando había que vacunar a gente de pie en filas, iban cayendo uno detrás de otro porque es una cosa habitual de una reacción emocional en una determinada circunstancia de tensión", es decir, lo que comúnmente se conoce como un golpe de calor o una bajada de tensión.

La enfermera contó que para ella desmayarse "es habitual" cuando siente dolor

De hecho, la propia mujer, una vez recuperada, explicó que este desmayo no fue algo nuevo, ya que le suele pasar cuando siente dolor. "Para mí es algo habitual. Ya me encuentro bien", aseguró Dover.

Sus compañeros del hospital también quisieron aclarar que la reacción de la enfermera no tuvo nada que ver con esta vacuna, sino que se trató de un síncope vasovagal. que se produce cuando una persona reacciona de manera desproporcionada a ciertos factores, como ver sangre o sentir mucha angustia al saber que le van a poner una inyección.