El alquiler registra en estos días un nuevo máximo histórico, alcanzando los 952 euros por un piso medio. Una problemática que asola sobre todo a los ciudadanos que habitan en grandes ciudades como Madrid, en las que las viviendas turísticas son señaladas a menudo como uno de los causantes de esta situación.

Jon Goitia es constructor y asesor inmobiliario. Durante los últimos años, gran parte de su trabajo se ha centrado en reconvertir locales comerciales en pisos, apartamentos y casas para turistas. El empresario critica en laSexta Xplica la nueva Ley de Vivienda. "No hizo falta que entrara en vigor. Simplemente, con que se empezaran a comentar sus trazos generales, decidí no sacar viviendas, ni en venta ni en alquiler", reconoce. "Los jóvenes lo tienen cada vez más difícil para comprar y en alquileres, todo iban a ser dificultades, con alquileres topados", cuenta.

Él se anticipó a la aprobación de la ley "consciente de que iba a obtener mayor rentabilidad con la vía turística que con el alquiler convencional", resume Verónica Sanz, presentadora del espacio. "¿Cómo consigues licencia turística? En Barcelona, difícilmente la conseguirás", le pregunta Gonzalo Bernardos. "Solo trabajo en Madrid capital", puntualiza. "El amigo Almeida", comenta de fondo la sindicalista Afra Blanco.

"El problema que tenemos es que el PP ofrece barra libre", reflexiona el economista, pero es interrumpido por el constructor. "No, barra libre, no. Yo convierto locales en viviendas. Han buscado que, dado que las viviendas turísticas generaban controversia en las comunidades de propietarios, sea más fácil con los inmuebles con entrada directa desde la calle", explica, lo que para Bernardos sigue siendo "prácticamente barra libre".

"Para convertirlo de local a vivienda necesitas tener una licencia y por dártela, hace que te forres, que está bien. Eres espabilado y te forras, pero te forras gracias al Ayuntamiento que te permite esa conversión", dice el economista. "No me forro porque me den una licencia, me forro porque me atrevo a comprar cinco o diez locales llenos de ratas, de humedades, con mil problemas...", responde Goitia.