Cuando se decretó el estado de alarma, como muchos pequeños comerciantes, Alberto bajó la persiana de su tienda de cómics en Guadalajara.

Desde entonces ha grabado su día a día para laSexta Columna. Las cuentas le rondaban constantemente la cabeza y pensaba que si nada cambiaba probablemente tendría que cerrar.

En marzo las cuentas de Alberto tenían un desfase de 7.000 euros. Así que para sacar su tienda adelante tiró de ingenio y de base de datos: mandó un mensaje a sus clientes para pedirles que le adelantasen el dinero que iban a gastar en su negocio.

Una iniciativa, ha asegurado "muy emocionante", porque ese mismo día "no daba a basto con los pedidos": "Hicimos un envío masivo de Whatsapp, unos 500, esa mañana no daba a basto a dar las gracias a toda la gente que se conectó. Han cumplido todos, hay gente que ha repetido, todavía me emociono de pensar el ánimo y la acogida de nuestra gente", ha explicado.

Alberto ha conseguido que su negocio resista, pero si la situación se alarga volverá a estar en peligro.