La corresponsal Mónica Bernabé fue testigo de los esfuerzos de los militares extranjeros por entrenar a los soldados y policías afganos.
"Había soldados motivados y había soldados que te reconocían que estaban allí por el dinero. A veces veías, sobre todo cuando acompañabas a EEUU, cómo los militares estadounidenses los regañaban como si fueran niños y les decían que se colocaran los casos o se ataran los cordones", explica la Bernabé.
De aquellos momentos esperpénticos que ella grabó con su cámara, nos quedamos con tres: 'La hora del té', 'No te pases al enemigo' y 'Quien roba a un ladrón'.
En 'La hora del té', un comandante americano le explica al jefe de la policía afgana dónde están las tropas que le ayudarán en su lucha contra los talibanes. Pero su alumno tiene otros planes más relajantes: tomar té. "Necesitamos estar con nuestros hombres porque la operación va a empezar. No podemos beber té ahora", le responde el estadounidense.
En la segunda escena costumbrista, 'No te pases al enemigo', el problema no pasarse a las filas del contrario. Para que un policía afgano no se uniera a los talibanes un militar español intentó convencerle a la desesperada.
El tercer y último episodio es 'Quién roba a un ladrón'. Después de detener a un supuesto talibán, el jefe del operativo afgano regaña a sus hombres. Además de esposarle, los policías le han robado el móvil. Y eso está feo. "Devuélveselo, me da lo mismo que sea un talibán, devuélvele el teléfono", le decía el jefe.
"La cultura es diferente y eso se nota a la hora de estar en el Ejército, pero tratábamos de enseñarles los valores básicos de cualquier Ejército basados en la disciplina y la satisfacción del deber cumplido", indica Alfonso Álvarez, coronel al mando de la evacuación española en Kabul.