El coronavirus ha golpeado con mayor dureza en las grandes ciudades, mientras buena parte de la España vaciada ha aguantado mejor el ataque del patógeno. Muchos de nuestros pueblos han disfrutado de paz y de seguridad y eso que también allí las carencias sanitarias son importantes.

Por eso, la España vacía, la que no escucha el claxon ni las ruedas en el asfalto y la que no tiene que practicar el 'slalom' a la hora del paseo, hoy se ha convertido en un bien preciado. "Yo he pasado toda la cuarentena en un piso de 20 metros cuadrados en Madrid", cuenta un joven.

Y es que el coronavirus ha hecho cambiar la perspectiva sobre el medio rural, porque en tiempos de pandemias, los pueblos tienen notables ventajas de las que carecen las ciudades y los que antes huían a la gran ciudad hoy buscan el remanso de otros rincones de España.

Así, la población confinada busca ahora a la España despoblada y el medio rural podría encontrar en este nuevo auge un método para abrir sus puertas hacia la repoblación. Cuando antes nos lamentábamos porque en algunos pueblos "no te cruzas con nadie", ahora lo celebramos y lo que antes sonaba a historia antigua, ahora huele a futuro, algo que ha facilitado el teletrabajo.

¿Medidas urbanocentristas?

LaSexta Columna se ha preguntado, además, si las medidas adoptadas por la pandemia del COVID-19 tuvieron en cuenta a la mayor parte del territorio español. En este sentido, en algunos pueblos de la España vaciada los contagios han sido anecdóticos, pero han vivido dos meses de confinamiento al igual que en una gran ciudad.

Ejemplo de ello es Alburquerque, en Badajoz, donde uno de sus vecinos ha criticado que "muchas veces las medidas que se imponen son urbanocentristas".

Además, en Fiñana, Almería, cumplir con la normativa ha sido más llevadero gracias a su alcalde, que se ha abierto a solucionar los problemas de todos los vecinos. El propio alcalde se ha encargado de acercar el pan a los más vulnerables o hacerles la compra. Entre los más de 2.000 habitantes, no ha habido ningún contagio.

Cómo subsistir con la compra local: enseñanzas de una pandemia

Además, si algo hemos aprendido todo este tiempo es que, lejos de lo que pensábamos, necesitamos mucho menos de lo esperado. laSexta Columna muestra en este vídeo cómo subsistir con la compra local, la importancia de la soberanía alimentaria y su peso durante toda la crisis.

Las limitaciones de la sanidad en la España rural

Además, en otro momento del programa, laSexta Columna ha hablado con Agustín Gotor, médico rural de Valdealgorza, un pueblo de 600 habitantes de Teruel. Durante 40 años, ha lidiado con las limitaciones de la sanidad en el campo, pero jamás se había enfrentado a algo como el coronavirus. "Nunca había habido un tsunami de estas características. Es la primera vez y espero que sea la última", ha recalcado.

Agustín lleva dos meses trabajando en su consulta y en la del pueblo de al lado, porque en la España vaciada la falta de médicos se ha notado todavía más. "Los médicos rurales hemos tenido que doblar consultas. Hacernos cargo de nuestro pueblo y de otro para atender a todos", ha explicado el doctor.

La cara más dura del medio rural

Los animales no entienden de horarios y los pequeños pueblos carecen de lo que en un mundo globalizado ocupa gran parte de la oferta cultural: los cines, los teatros y las exposiciones cierran sus puertas al campo.

Lydia Bermejo ha contado cómo es vivir en Aranda de Moncayo (Zaragoza) con una oficina entre caballos, ovejas, cabras y vacas porque se dedica a vender carne de kilómetro 0, es decir, solo la distribuye entre los pueblos de alrededor. Pero el camino empedrado hace algo más difícil su tarea, y la tierra y los animales no entienden de horarios de fines de semana.

Tal y como ha explicado a laSexta Columna, "los animales tienen que comer todos los días, tienen que salir a pastar todos los días y no entienden de fiestas". "No tienes sábados, no tienes domingos...", ha lamentado. Y es que vivir en el medio rural tiene sus dificultades, como una oferta cultural muy pequeña o servicios demasiado básicos.