Segunda justificación de los 27 consejeros imputados por el escándalo de las tarjetas 'black': eran gastos de representación.
En este grupo milita, por ejemplo, Rodolfo Benito, consejero a propuesta de Comisiones Obreras. En siete años, se gastó 140.000 euros. Tiene cargos de hasta 15.300 euros en ropa; según él, se trataría de trajes para ir a trabajar.
Los 4.000 euros que gastó Benito en libros los explica porque serían manuales de economía. Esa explicación le sirve, de momento, para que la Fiscalía no le haya solicitado fianza.
Otro de los imputados que ha elegido defender el uso de la tarjeta 'black' como gastos de representación, conoce muy bien la Hacienda Pública a la que, presuntamente, habría defraudado. Estanislao Rodríguez Ponga, fue secretario de Estado de Hacienda con José María Aznar y con Montoro.
Consejero de Caja Madrid a propuesta del Partido Popular, en cinco años gastó 255.000 euros. 43.000 euros para compras en supermercados de 'El Corte Inglés'.
Este tipo de gastos son los que tiran por tierra esta segunda justificación. Si eran gastos de representación, ¿por qué aparecen gastos personales?
Para la mayoría de los usuarios de las tarjetas 'black', la Fiscalía ha pedido una fianza civil por el mismo importe de lo que se gastaron con ellas. La idea es recuperar el dinero gastado.
Hoy, según Bankia, de los 82 usuarios de las tarjetas 'opacas' sólo seis han devuelto todo lo que gastaron. En total, menos de medio millón de euros de los más de 15 millones que se fundieron en total.