Existen diferentes técnicas para intentar engañar a Hacienda, una de ellas es la conocida como 'hacerse un Arantxa'. La tenista Arantxa Sánchez Vicario dijo que vivía en Andorra para evitar al fisco, pero en realidad su domicilio se encontraba en Barcelona. Acabó condenada a pagar tres millones y medio de euros y todavía debe casi la mitad. Montserrat Caballé también se hizo 'un Arantxa' y ha terminado pactando con Hacienda para evitar la cárcel.